Estaba en
la consulta del médico, los resultados de los análisis consumados.
Se los certificaron en aquel instante. Fueron escuetos, muy breves.
Se los certificaron en aquel instante. Fueron escuetos, muy breves.
__ ¡Tan solo te quedan cuarenta y ocho horas!
Se levantó de su asiento y
condujo en silencio hasta su domicilio, teniendo siempre una aptitud
de resignación.
Abrió la puerta y se encontró con su esposa que le
preguntó directamente, sospechando lo peor.
__ ¿Queda poco, verdad?
__ ¡Dos días! _respondió sin mirarla.
__ ¡Dos días! _respondió sin mirarla.
__ ¡Dios mío cúrale el
resfriado ya! Tiene una tos muy fea.
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