Corriente que
golpeas con aspereza en mi cara
quiero
arrebates de cuajo el presentedeshaciendo el atar que me ampara
con presteza impasible y sin suerte.
El viento se
encela
con sus
jadeos prendasu fuerza manifiesta
y mi aliento enreda
Brisa que
jamás haces nada en mi beneficio,
ni me acurrucas
en tus nalgas blandasni te atreves a escuchar mis contriciones en calma,
volviéndome a cobijar y hacerme volar entre tus grandes alas
Los arboles
claman
sus ramas se
tuercencon furia pronuncian
y sus sombras mienten
No soy el
prepotente que se descalza
ni el miserable que
te engaña sonrientecada noche, ante tu gran balanza,
para ser humillado, de forma insolente.
La piedad no
se exige,
la caridad no
se propone,la clemencia, ¡Sí!, dispone,
la humanidad se hereda.
Viento
hechicero, amolda mis desgracias
tras tus
ráfagas hazme llegar la esperada amarga,que rompa de mis andanas las falsas plegarias,
destrozando en añicos mi franqueza quebrada
Los campos se
apartan
sus piedras
se erizansu tierra se encoge
tras la osada brisa
El viento me
llevará donde no hay rezos
y en ellos me
perderé sin mirar atrás,dejando mis venas atando los miedos,
en la gran playa inhóspita de mi sinrazón.
No soy digno
de ti
ni merezco
perdón,prófugo me conformo y me miento
nunca tendré satisfacción
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