Viene de un capítulo anterior
titulado: Cataputas
titulado: Cataputas
Capítulo actual: Había dormido con ella
_ De mi amiga Carla, ¿Qué te puedo detallar?_ le decía abiertamente a Manolo, que esperaba respuesta_ ¡pues todo! Absolutamente, puedo contarlo todo. Somos amigas hace mil años y nos tratamos y conocemos desde niñas. Nos hemos visto muchas encrucijadas, y reído ¡Ni te cuento!, nos entendemos a la perfección y es una mujer en la que puedo confiar.
Lo dispusimos y analizamos para que fuese un hechizo. La cita
que marcaría toda nuestra vida, la más importante, que debíamos mantener tú y
yo, a solas; sin intermediarios para conocernos de forma impactante_. Se detuvo
Mechthild para llenarse los pulmones de aire y ordenar sus recuerdos y
continuó_: ¿Creo que lo conseguimos, no crees tú? _ mantuvo el silencio mirando
a Manuel, hasta que le notó la sonrisa en los labios, para proseguir_. Ella, Carla,
mi amiga, desde su privilegiada posición investigó sobre ti y averiguó que eras
un tipo fenomenal y genuino.
Buen perfil el tuyo y de honradez intachable. Me encanta que
estés aquí, y nos queramos tanto
_.Volvió a aseverar dubitativa, temblándole el
labio inferior. Sin recibir de inmediato, señal de conformidad, por parte del
preocupado Manuel, que tras un segundo de duda, reaccionó de momento,
sonriéndole nuevamente a su chica con una expresión amplia, que acompañó con la
serenidad del buen caballero, y le acercó la cara para besarla en los labios de
manera calmosa.
_Pero mijito Manolo_ quiso ampliar con gracia la acción_, ya
sabes cómo somos las Nicas, de guasonas y atrevidas. En verdad lo comenzamos
como una galanura de mujeres, para ver que ocurría. Nunca imaginé que nuestro
amor cuajara desde tanta distancia, sin vernos, ni tratarnos de forma directa.
Al saber a ciencia cierta, que venías para mi tierra, todo se
aceleró y ahora estoy como una diosa, como nunca había estado y creo que te
quiero de verdad, que vas a ser el amor de mis próximos años_. Matizó la
entregada Mechthild Sröeder_ Para dar más garantías a su chico y que dejara de
padecer. Aún quiso continuar diciéndole
a Manolo, detalles que no había revelado de su secreto y asentó.
_ Si tienes alguna pregunta, me interrumpes amor y te cuento lo
de mi papá cuando llegó furtivo desde quien sabe dónde.
No le dio oportunidad a su enamorado en contestar, ni decidir
alguna opción que no fuera la que ella disponía, y Mechthild siguió hablando de
sus cosas, como si le hubieran dado cuerda.
Necesitaba explicar a Manuel, como solicitando un permiso de buena conducta
de sus vivencias anteriores. Necesitando convencer de algo imponderable al
hombre que había dormido con ella la noche anterior.
_ Llegado de Alemania, a finales de los años cuarenta, huyendo
de la turbación Nazi, recaló en Nicaragua, nadie sabe a ciencia cierta cómo alcanzó
las costas de las playas. Además ha sido un capítulo que papá, jamás contó y si
alguien osaba en preguntar alguna cosa sobre el tema, lo mejor que hacía es
marcharse a otro lugar con malos modos.
No se le conoce más familia que la nuestra, jamás recibimos
noticias de sus parientes, ni de nadie que le buscara. Nadie absolutamente
allegado le escribió, ni sabemos nada de sus padres, desconocemos si tuvo
hermanos. Lo que se dice nada, absolutamente ningún dato. Jamás quiso explicar
detalles sobre el tema. Era muy suyo y además el orgullo, fue su defecto.
En su juventud debió ser muy aplicado y por esos estudios
superiores, que decía tener y nadie puso en duda_ serán ciertos_, supo forjarse
un futuro.
Una vida silenciosa y secreta, que estoy segura es difícil de
sobrellevar_. Hizo un gesto, cambió las piernas de posición y le dio un pico en
los labios a Manolo para seguir diciendo.
_Mamá, después de mucho preguntarle, jamás me complacía; como respuesta, siempre derivaba la
interpelación a otros lugares y aquella interrogación se quedaba por dilucidar_
entre pensamientos y gestos relataba aquella casi amargura_, lo recuerdo
perfectamente, lo hacía cuando yo era chiquita.
Siempre eché de menos una infancia como tuvieron las demás
niñas. El poder explicar con la alegría infantil la profesión de mi padre_
aclaró con gestos graciosos_ unas decían carpintero, otra ferretero. Detalles
que no son de altura, pero que entre las niñas se hacen para engrandecer a ver quién
puede más a los suyos. Pinceladas de sus abuelos, si son viejitos, si son
graciosos, si les pasean, si les miman, cuando tienen fiebre o las lleva al
lago de paseo.
En fin preguntas y dudas de chavales, interrogantes que cuando
eres chiquita necesitas que te repitan una y otra vez. El ansia por querer
saber y de dónde vienes; ya sabes_. Invitó a Manolo, como si él pudiera darle
respuesta_. Madre, nunca abrió la boca para contar de mi papá. ¡Jamás! _ (hablaba entre pensamientos) _ y prosiguió rumiando
en lo que su madre le detalló, en un entretanto inesperado_: Me contó que papá
llegó embarcado hasta Panamá, en un carguero Argelino que ascendía el Pacífico
desde el Cabo de Hornos, subiendo hasta Valparaíso en Chile y rumbo norte
navegando. Atracando en varios puertos de la ruta para descargar trigo y cargar
frutas tropicales. A la altura de: Isla Ladrones, que se encuentra frente a la bahía de Panamá,
desembarcó papá, mezclado con algunas personas de etnias diferentes de forma
inexplicable, sin tocar ni siquiera el puerto. Fueron desalojados en un pontón
de auxilio y el mercante siguió rumbo norte, supuestamente hasta Acapulco en
México.
Continuó Mechthild refiriendo la historia que le contó su madre y
en un instante de reflexión_, recalcó, matizando la guapa mujer_. Lo raro, es
que abandonara el trayecto en sitio tan inusual. Prácticamente en alta mar, sin
ayuda Panameña, saltando con gomas de salvamento a cinco millas de la costa. Después,
con el tiempo_, siguió argumentando Miche_ estos datos me los confirmó Carla, y
dado que su trabajo; es competencia en
la Seguridad Nacional, a petición mía, y como un gran favor secreto, hizo una
especial y ardua averiguación sobre los hechos, quedando confirmados, sin poder
extenderse en las circunstancias ya que todo estaba bajo los clásicos secretos
de estado.
De algo desertaba, con o sin razones, pero su vida fue siempre
tras lo oculto, tras lo inexplicable. Huyendo de aquellas playas, viajó
clandestinamente hasta el país. Teniendo que atravesar toda Costa Rica, hasta
llegar a Nicaragua, con pasaportes falsificados desde Alemania, fechados en
Múnich _, eso me dijo mi madre, pero ella que sabía_. Se estableció en Tipitapa, ya en Nicaragua y tuvo que curar unas
fiebres de Malaria, que por poco se lo llevan.
Al poco se casó con mamá, que era hija de un responsable de la
firma de Pacto del Espino Negro.
Nunca se abrió mi padre a la gente, siempre tuvo desconfianza,
por lo que imaginábamos estaba buscado por los agentes del Mosad, aquellos que
proliferaban por Bolivia y Argentina, buscando alemanes evadidos, que se
escondieron y refugiaron en países de América del Sur. Huyendo del juicio de
Núremberg. Todos ellos condenados a las penas más graves por las atrocidades
que habían hecho en Europa, a tantos judíos y gitanos.
Continuará
To be Continued....
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