viernes, 11 de julio de 2014

El water cósmico _ sudores de excitación _

http://emiliomorenod.blogspot.com.es/2014/07/el-water-cosmico-sin-el-tanga.html

Viene del Capitulo anterior: para leerlo, pulsar el link de arriba





Una vez finalizada la sesión de la gran actriz Cinta de los Cielos Urdastin 
García, salió de su cubículo como una rosa recién cortada, fresca y tersa,
grácil, esmerada, lúcida, vestida y aseada perfectamente, y con un reflejo
celestial en el rostro. Aroma de asilvestrados por la fragancia que había
elegido antes de abandonar el centro de aseo. Feliz y dichosa como
una princesa.

Javier no titubeó en explicaciones, no quería entrar en las posibles
contraindicaciones que estaba seguro tenían más de uno de los que 
cómodamente sentados estaban viendo aquella dulzura de película, aquel
capítulo benefactor del tránsito estomacal, aquellas imágenes claras sin
trampa ni cartón que la empresa Defecar Gustoso, _ Schissen Lecker_
ofrecía a los allí reunidos. Los primeros en conocer aquellas maravillas
que la tecnología ponía al abasto de los mortales que estuvieran en 
pro de ganarle terreno a la modernidad.

No más que dos palabras y tres gestos hicieron entrar en acción a 
Severiano, que accedió tomando el testigo de Cinta, ya ente bastidores
con su inmoderada alegría, su acepción, su agrado y su escandalosa
necesidad de volver a usarlo a pleno rendimiento y con la opción de
higiene y lavado,  aun no conocida por ella.

Se bajaba los pantalones el actor, ya dentro del perímetro transparente,
sosegado y con la lección bien aprendida al haber vivido las escenas
interpretadas por su colega, la actriz costarricense.
Comenzando sin prisa pero sin pausa a sentirse a gusto dentro de la
aparente pecera, arrancó la marcha del inodoro cósmico, con la
marcha completa, la posición dos.  ¡Defecar!

Se asentó en la taza que en lugar de ser como las tradicionales, era algo
más solemne y ergonómica, teniendo esta silla, la posibilidad de jugar con
la posición de las piernas, modificando incluso la postura original para una
traslación estomacal uniforme, incluyendo la colocación de procurarle
al interfecto un acceso de tránsito inmediato.

O sea, cagar al momento.Por medio de unos sensores y unos envíos
especiales al lugar expreso de los intestinos, los cuales provocaban
la excreción instantánea, deponiendo sin más, todos los retrasos que
el cuerpo aglutina para ser expelidas por el ano. Lo que se dice cagar
aunque no tengas ganas. 
Admirable para los restriñidos, que tanto les cuesta.


El actuante no cabía de contento, por el perfecto trabajo realizado en
sus bajos fondos, que ya comenzaba a gozar de los placeres del
nuevo cósmico y divino retrete. Una vez hizo su obrar de forma sencilla
y llevadera, sin acumular esfuerzos, ni potenciar las venas para poder
sacar aquello que sobraba, notó que inclusive la  fístula que siempre
le procuraba aquellas molestias anales, había decrecido con 
los líquenes y chorros helados que el propio equipo enviaba a la zona
de deterioro,  dejando el esfínter aseado y sin rastro de posibles detritos.
El propio sistema había detectado, que precisamente aquel usuario
padecía de las molestias hemorroidales, procurando deshinchar y
normalizar esas venas y corregirlas sin más.

La maniobra segunda fenomenal, sin más cuento pasó a la marcha
de lavado e  higiene. La más comprometida por tener que procesar
y tantear dentro de los genitales, para que quedasen tersos e inmaculados.
Mientras Javier continuaba con la perorata de los efluvios que distribuía
aquel ingenio.

En cuanto pulsó la acción de pulcritud y acabado volvieron los auxilios y
meñiques especiales del wáter, a penetrar  por todos los orificios de
la zona corpórea especial,  limpiando y repasando perfectamente cada
uno de los rincones que en tantas  ocasiones quedan exentos sin
enjuague.  Arruinando las últimas partículas de la suciedad expelida.

Aquel meneo que le provocaba a Severiano, en la parte baja, en su
hendedura anal y en su arrugado pene, no era despreciado por su
cerebro que distinguía de lo beneficioso que le llegaba de forma
externa y que esa sensación jamás sentida era admitida divinamente. 
Consiguiendo ponerle apto para menesteres diferentes y cuando
menos despierto y proclive a sensaciones manuales revoltosas.

Severiano al contacto de los pinceles sensibles y dulces en su frotar y
rozar, que  presionaban dulcemente su zona erógena fundamental
y en sus franjas de goce  más íntimas comenzó a sentirse muy dichoso
y estimulado, tanto que perdió el sentido práctico de lo que debía encarnar.

Así le sucedió con la propiedad que aporta el cuerpo humano,
recubierta de piel. El órgano del sentido, del tacto, que es además
la parte  más extensa del cuerpo, conformada por millones
de terminaciones nerviosas  que permiten sentir y ser conscientes de las
sensaciones de dolor, contacto, calor,  placer, suavidad, relación, y
humedad, entre otras cosas.

Destacados pinceles y brazos higiénicos, que hacían de herramienta
realizadora del perfecto cometido que la maquina ejecutaba, era de lo
más suave y su contacto  era de un bienestar poderoso y efectivo.
No tenía  nada que ver con el lavado  tradicional normalizado en un
bidé de los que  existen en tantas salas de aseo, en  infinidad de
domicilios. Era algo  impensable.
La recarga de energía que daba el Schissen Lecker  al usuario. 
El modo de ponerle énfasis y dejarlotonificado y con  deseos
seductivos era palpable, tras una sesión del wáter cósmico.

Aquellos estremecimientos corporales agradables hicieron mella
en su cara que  reflejaba una delicia al estilo de estar más suave
que el algodón, pasando a excitarse con un gozo personal inalterable,
que le sacó fuera de su interpretación  para dejarse llevar por sus
propias emociones. Cariacontecido, mostrando una  felicidad real
en un tránsito expedito al cielo, dio por finalizada su acción dentro
del polígono perimetral de aquel lavabo temporal, que sirvió para
una amplia demostración al público que estaba a la mira.

Algunos de los que observaban, dejaron de incomodarse por
lo que reflejaba aquel actor que hacía las veces de ejecutor de
la nueva letrina y que interpretaba  con tanta naturalidad que ellos
mismos se veían reflejados dentro de aquella fiesta

El confesor don Timoteo Massana, no sabía cómo ponerse la 
sotana por la arrogante protuberancia a la altura de la cintura.
Lo excitado que se había colocado al ver ya, en un principio a 
doña Cinta medio despelotada y ahora rematando ganas,
por el cómico  Severiano Simón Campos, un payaso muy
reconocido en aquella  bonita zona de Costa Rica.


El enviado del señor obispo, vicario general Don Aniceto Pliego,
sudaba a mares de excitación y se alisaba muy disimuladamente
su escroto. La madre  de las Virtudes, Marianela, resarcida y
abnegada hacía esfuerzos en su asiento por la vertiginosa 
dulzura que le segregaba su vagina. La madre superiora del 
convento, Doña Paloma Pérez Borrachero, persona tan poderosa
estaba derrotada  por sus ganas de palparse placentera, así
como Don Prudencio, que no pudo aguantar el teatro y tuvo que
marchar a aliviarse al urinario del propio convento.

El agregado cultural Ariel Petrowsky, el más urbano,
sufría aquella situación espléndida para él, de la forma
más instruida y con la seguridad de que semejante  publicidad
podría ver en parte alguna. Tenía que hacer esfuerzos por no verter su
liquen en sus calzones.


Continuará

To be continued...

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