lunes, 29 de mayo de 2023

Morituri te salutant

 










 



Soñando una noche

vino a mi cabeza

todo aquel derroche

con tanta crudeza.

 

¡Cuando no esté! Sé; que lo pagaré con un gran silencio,

con la ausencia forzada y sin la primordial inocencia,  

sin que nadie me extrañe por un menoscabo y presencia.    

Mi memoria me ataca por infiel, dentro de mi quicio.

 

Con mucho reproche

y poca fineza

eludí aquel bache

siendo una proeza

 

¡Cuando no esté! Mi olvido llegará gradual, sin suplicio.  

Siendo realidad, como a tantos que les pasa, en su ausencia. 

Así que, recordándoles, es dar vida y trascendencia.

Nada perdura para siempre. Dice el pausado anuncio.

 

Miedo a troche y moche

y poca pereza.

Resonó un reproche

y noté tristeza.

 

Nadie muere del todo, si se le nombra con aprecio,

si su rostro se queda en nuestro recuerdo con influencia,

por el cariño, su afecto, y muchas veces su apariencia.

Tampoco expira aquel que se perpetúa con desprecio.

 

Y cuando me aceche

con mi sutileza,

sentiré un despeche

con mucha agudeza.

 

¡Ay! de los que jamás se recuerdan; por no ser propicio,

igual pasó sin gusto ni gloria. Sin tener licencia.

¡Que pena!, cómo nos castiga la usanza y subsistencia.

Somos humanos. Raza incontrolada sin más prefacio

 

Ni café, ni leche

tome una cerveza

me subió en el coche

No se acaba, empieza.

 

 













..

0 comentarios:

Publicar un comentario