Escapan los
momentos felices sin darnos cuenta,
Sin pensar
en nada, ni en el futuro que nos viene;
y él, tan
implacable, sin ruido ni luz. Sostiene,
ese devenir
que tuvimos y que ahora se ausenta.
Rememoro
juventud
aquella que
yo tenía,
que regía,
prontitud.
Ausencia de
mi alegría.
Dentro de
la exactitud,
el pecado
se cernía,
y en mi
rara esclavitud.
Yo pecaba
cada día.
Estabas en
plenitud,
tu hechura
me poseía,
a pesar de la
acritud,
Por ti; aquel
viento bebía.
Negaste solicitud,
siendo joven
y engreída,
y a tono con
mi virtud,
me olvidaste
en lejanía.
Deleitado
con salud,
vi perder
tu fantasía.
Derrochando
magnitud,
malgastaste
en demasía.
Si fuese
por longitud,
con muy
poca cercanía
acerté con mi
actitud,
sabiendo te
olvidaría.
El pasado
no se repite y además ostenta,
La grandeza
de tantas vivencias que nos mantiene
atados al
ayer. Una época que aún retiene.
Aquella ilusión
que nos movía y ahora es lenta.
mayo-2023
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