Cielo y mar separan
nuestro gozo intenso.
Igual si se hallaran
en mi mundo denso,
quizás lograrían
todo mi consenso.
Mar y cielo apartan,
deleite propenso.
Sí colisionaran
con tanto suspenso,
sin duda tendrían
un olor a incienso.
Limbo y charco avengan
lo que yo condenso.
En el colmo aguantan
los muchos deseos,
que disfrutaríamos
de poder hacerlo.
Así se conciertan
absurdos intentos,
citando a las dudas
de un deseo, regio
y con su quebranto.
Por siempre lamento.
Te cito y te llamo
siempre en mi silencio.
No hay duda que sientes
algo muy soberbio,
y nunca respondes
por ser tu secreto.
Me igualo a tu cielo,
siendo tú, mi mar;
dentro de un pañuelo,
quisiera anudar,
todo aquel consuelo.
¡ Sin saber nadar !
mayo-2023
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