Cuanto
menos me preocupo
más
acertado me siento.
Veo,
lo escucho y comprendo
y tampoco
pierdo aliento.
Me
gusta mucho mi grupo,
comparto
su pensamiento,
y
encantado lo refrendo,
lo
gozo, sin esperpento.
Siempre
dentro de mi cupo,
participo
en sentimiento
y jamás
contraviniendo
resto a nadie, su talento.
Desavenencias
no agrupo.
Jamás
son de lucimiento.
Batallas oigo sufriendo,
que incluye su agotamiento.
La
amistad ¡Siempre se supo!
Ha
de tener reglamento,
regándola
y diluyendo;
con mil
caricias al viento.
De
ofender nunca me ocupo.
Cada
cual, con su argumento,
bastante
sufre en su arriendo,
sí reprochas con invento.
Permito
y me despreocupo,
si
ven, que no soy atento.
Tolero
y sigo rompiendo,
mis
lacras que ya no oriento.
A mi
conciencia no escupo,
y
por falta de talento,
manifiesto
lo que entiendo;
que junto a ti ¡Tan contento!
Hemos de tener paciencia
siempre, y lo sabemos.
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