viernes, 25 de noviembre de 2022

Deleite heredado.


 







 



 

Mi alegría va por dentro

tampoco suelo mostrarla.

Aunque alguno se cabrea,

cuando pretendo airearla.

Y así gozoso me encuentro,

al no tener que comprarla.

 

 

Me rio de mi insolencia,

por ser tan dificultoso.

Al no tragarme las normas

del que quiere ser gracioso,

y le escasea paciencia.

Creyéndose un vanidoso.

 

 

Me lastiman los desprecios,

más; si vienen de allegado.

Por motivo imponderable,

sin inquirir qué ha pasado.

El ultraje asume aprecios,

y agravia al pobre acusado.

 

 

Pretendiendo ser normal,

caballero muy decente;

y por mor de poner paz,

en cuestión impertinente.

Me encontré tan informal,

en situación insolente.

 

 

Mi regocijo por fuera,

parece que viene dado.

Es un don que yo, sembré,

por rendición, esforzado.

Y aunque me apague o me muera,

quiero llevarlo prendado.








 

 

 

 


0 comentarios:

Publicar un comentario