viernes, 14 de octubre de 2022

Aún me sublevo.

 







 

 




Lo recuerdo tan bien. ¡Va en mi memoria!

Fue algo inenarrable, que me llevo,

lo gocé con su luz y lo renuevo

cada día, con gracia disuasoria.

 

Evocarlo es sencillo, ¡Vanagloria!,

y aunque todo se borra por relevo,

al despertarlo, casi me sublevo.

Retornando al capricho de mi euforia.

 

Volvería a vivir aquel instante,

y por Dios juro, que lo detendría

disfrutándolo de forma incesante.

                                                        

No descubriré mi voz que chirría,

sin ruido, por ti. Con lloro cesante.

Sobrellevando la melancolía.








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