no todos fenomenales,
los que tocan la bocina
son para abrochar ojales.
Cuidado si se empecina
verán errores cruciales.
Si eres nuevo, se avecina,
problemas muy especiales.
Déjate llevar y atina,
hazte el tonto, tu no hables,
no los mires con inquina
y tendrán quieto su sable.
Sin embargo, no te arruina,
el que te ve saludable,
que atañes solo a tu esquina
que pretende ser amable.
Sin llegar a ser espina
ni una llaga indesmallable
y te brinda una aspirina
cuando hay algo que no sale.
Para ese amigo sí hay trina,
por ser honrado y notable
que no le importa si es fina
mi coraza mejorable.
Parecían personas muy pertinentes y comprensivas,
dispuestas a echar una mano de ayuda, si precisabas.
Hasta que el tiempo, las descubría y las clasificabas,
por haberte vendido al tiempo con injurias y misivas.
Son “” compañeros””, tan complacientes que siempre les
esquivas,
prestos siempre, con su sonrisa y sinceros por si aportabas,
esperando el menor desliz para criticar, si no estabas,
siempre con un <No te preocupes> frase con evasivas.
Igual que la familia, a ninguno de ellos, votas y eliges.
Cuantas veces te hicieron la vida imposible en el trabajo,
en la oficina, y en la tienda, y en el tablón, y no afliges.
Se les permite que critiquen, por no enviarlos al carajo.
Sacan toda su inquina, nos ponen a parir. No corriges,
y esa batalla la tienes mal, si no sacas desparpajo.
Gracias a; virgen divina
todos no son tan iguales,
y si encuentras al que afina
es tu amistad perdurable.
Lo mantienes porque atina
entre todos especiales,
compañero de trajina,
son amigos valorables.
Después de una, ¡vida fina ¡
resolviendo imponderables
comparto la guapa china
del anuncio de incunables
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