Viendo las cadenas estatales
de discusión y divertimento,
todo me hace pensar que es cuento,
por vulgar y por superficiales.
Discurro que informan a su modo,
al gusto, natural de la firma,
dando noticias de desenlodo,
por el poco rigor con que criban.
Con pretensión de saberlo todo,
Apodos, alias, glosas, se citan.
escudriñando y cambiando el bolo..
En boga están cuantiosas tertulias,
de mañanas, de tarde y de noche,
optando por horas cuando auxilia.
Elijo a la carta, sin reproches,
Opto por la cadena, que afilia,
No es tan sencillo, todo un derroche
Nunca sabes a cuál ajustarte,
por una programación sin gusto
con tendencias de nutrirse aparte.
Creyendo desplegar su concurso,
Sin entretenerte, ni enseñarte,
por agravios, y error en recurso.
Frenéticas bilis y, se enzarzan,
a la vez, que insultan distinguidos,
fuerzan bravuconadas y enlazan,
sin usar sus turnos sugeridos.
Con los moderadores que emplazan,
sin poder, frenar desfallecidos
criterios, que cada cual desplaza.
Viendo ese corral, enfebrecido
La educación. ¡Eso es cosa de antes!
No deja ultimar al compañero,
y sin escuchar, le echan los guantes,
pisa su frase y llama embustero.
creyendo ser los más elegantes
y entre ellos no hay uno verdadero.
La moderadora llama al orden
entre ellas se miran ofendidas.
entre ellos no llegan, no se muerden.
Falta adrenalina y que soporten,
paridad entre géneros, asidas.
Serenidad les pide; y moderen.
Con poco rigor quedan rendidas
entre mujeres no les importe,
son inclementes sin disciplina.
Cambio de tema, nueva bobada,
para articular sin perder hilo,
Consejos anuncios propaganda,
hasta consumir el tiempo perdido,
para volver de nuevo ¡Que iluso!
Llega la pausa, publicitada
de inmediato se ve el cartelillo.
“” Volveremos en siete minutos””.
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