martes, 31 de marzo de 2020

Pandemia criminal, gravedad mundial



Cuando las cosas han sucedido, es muy fácil ser un mago pronosticador.
Sin embargo, los analistas clínicos, nos venían alertando que se acercaba el mal, un tirano en minúsculos trocitos invisibles de encimas dolosas, cromosomas, o como naranjas le llamen. 
Ya bien; porteados por la saliva, o por los esputos de los estornudos y de las toses de según que personas, al proporcionar alrededor suyo, emiten, Sin pensar, por la confianza de costumbre, en el acto de toser y expulsar el moco que se queda en la salida respiratoria por la propia expectoración. 
Aquellos individuos, que sin querer y sin saber, habían contraído ese mal, denominado Coronavirus, que después técnicamente se le bautizó como —Covid-19— y que al cabo de no se sabe tampoco el tiempo, mutó en un animal, y dicen los sabios que —fue en China, en septiembre del 2019, entre murciélagos y pangolines.


Todo esto es muy fácil de predecir, y aún más por los bulos que la gente lanza, para que al final también sigamos creyéndonos a estos «chipiriflautas» graciosos, que hacen chiste hasta de las desgracias.

Imagino que las investigaciones darán con ello, y los responsables nos dirán, como siempre pasa, lo que les convenga, para tenernos distraídos y desinformados.

Si nos remontamos a la pandemia del siglo XX, aquella que se inició en los alrededores del año 1918, dejando miles de muertos en el mundo entero, para desgracia de la humanidad y que poco resultado benéfico trajo a España, sabremos que:

Aquellas calenturas bárbaras llamadas «la fiebre española», fama que nos atribuyeron sin más—por cierto, como siempre ocurre, con los españoles— nos enteramos que fue un cruel suceso. 
Dicen los historiadores, que además de ser devastadora, y cruel, nos la trajeron los americanos con las estratagemas de la primera guerra mundial, llegando a las playas del noroeste de Francia, donde recaló y se expandió por todo el continente. 


En aquella ocasión una de las pocas naciones que ofreció datos de las consecuencias y muertos fue España, ya que esta nación no participó en aquella contienda militar y no tuvo problemas en dar cifras de difuntos y afectados, cosa que omitieron el resto de naciones, aquellas que estaban inmiscuidas en la bélica contienda, por ser denominados secretos militares. 


El tiempo ha pasado y la mayor parte de la población actual, no sabe nada de lo que ocurrió a principios del pasado siglo, pero entonces, la medicina, no estaba tan puesta como ahora, no habían los adelantos actuales y por supuesto las diferencias entre clases sociales, eran mucho más distantes, ayudando a ese colmo, la poca preparación que tenía en aquellos tiempos el pueblo. 

Ahora, en este siglo, en este año 2020, que parece ha comenzado con rarezas, además todas ellas de momento en contra del ser humano, las inundaciones de Valencia, Alicante y Murcia, sin olvidar el resto de la cornisa mediterránea, que ha provocado inundaciones y pérdidas mayúsculas, como siempre a los más indefensos. Vientos huracanados que se ha llevado volando las consecuencias lógicas de mas de uno, sin que fuera el fin de las incongruencias, para comenzar o mejor dicho seguir en este año veinte, con alegrías y festejos. 

Stop a todo lo que teníamos en mente, a todos los proyectos, viajes, ilusiones y en muchos casos, la vida, para algunos amigos, que ya no me podrán leer.

No seguiré con la literatura, para recordar lo que estamos sufriendo, tan solo dejaré unas imágenes actuales para que el propio sentido de la vista, nos lleve a pensar, aquello, que a cada uno convenga, sin menoscabo de la magnitud de lo ocurrido en el mundo mundial.


Los responsables en todo momento, han dado la cara informando de los esfuerzos, que sin duda lo han habido por parte de los responsables para dar fin a tan nefasta situación,

Agradecer a los enfermeros, médicos, personal hospitalario el ímpetu por qué los pacientes estuvieran en todo momento atendidos, sin olvidar tampoco el apoyo ofrecido por los demás voluntarios y personas que desde sus respectivas profesiones, sin hacer ruido han colaborado y colaboran en este fin





                           

Lamentablemente la exponencial cifra de aumentos en los fallecidos ha sido extraordinaria, para sufrimiento de los españoles, en este instante aún no se ha conseguido que la curva de siniestralidad aminore, para con ello se de con el tiempo, por erradicada la criminal pandemia.

Estas cifras no son definitivas. Esperemos y con ello pedimos al cielo, que todo esto sea un mal sueño, y termine pronto.








0 comentarios:

Publicar un comentario