lunes, 16 de marzo de 2020

El peso específico del temor


El mismísimo 15 de marzo, se casaban, disfrutando de un futuro que ni imaginaban, lleno de esperanzas, alegrías y seguros de prosperidad, porque les rodeaba una satisfacción inenarrable. Corría el año 1975, de eso hace ya un hartazgo de meses. 

Aquella pareja, comenzaba una idílica etapa juntos, compartiendo sus risas, sus cuitas, sus miedos, sus problemas, sus discusiones, sus alegrías y anhelos, sus dificultades económicas, sus sueños, sus entresijos, «tanto palabreo iniciado con el famoso prefijo... “sus” ». Sin detenerse a consultar, ni mucho menos a analizar, la definición, ni la categoría gramatical, ni el origen de las tantas palabras, que comienzan por la citada silaba “sus”. 

La memoria histórica sí; les recordará, aquellos sustos y suspenses, acaecidos en estos nueve lustros citados.
Dejándoles conceptos claros,—que se perciben una vez han pasado, o mejor dicho: han llegado las consecuencias. ¡La falta de imaginación!, y la falta de previsión por parte de quien dirige

Jamás hubiese imaginado, aquel joven, recién casado, que cuarenta y cinco años más tarde, le prohibieran salir a la calle, acompañado de su mujer. Manteniéndose a mas de un metro de distancia de ella y de su prójimo, por si acaso alguno de ellos, se le ocurre estornudar, o toser.

¡Así cómo suena!, desde las más altas esferas del país, se ordenaba el estado de Alerta General ¡Inaudito, pensaron todos!—como en las películas del “Gordo y el Flaco” aquellas de Oliver y Hardy, que les partían el culo por las risas.

Casi todo prohibido, incluido, salir a la calle, si no es por causa mayor.
Ir al medico, a la farmacia, a la compra del pan o la prensa, sacar el perro a mear, pero yendo solo; ¡claro con el chucho!, sin otra compañía. ¡No hay más!

Sin entrar en ninguna parábola religiosa, ni presumir de nada, porque aquel joven, ya bien entrado en la madurez, fuera el menos indicado y se decía para sus adentros—No entiendo nada, y cada día que pasa, voy a menos, pero,... que me zurzan o me convenzan. ¡Lo necesito!

<< El mundo pende de una reflexión concienzudapensaba sereno, notando el gran problema que se avecinapor parte de algunos aficionados, que nos gobiernan y que no voy a calificar, puesto que ellos mismos, se auto fotografían. 

Tanto material bélico, fabricado y compradocontinuaba analizandopara guerrear y matar, para hacer desaparecer de la faz del mundo, a otros que son semejantes a nosotros, con las mismas faltas y defectos, las mismas envidias, idénticos recursos malignos, los mismos despropósitos destructivos, para que llegue un buen díarecordó la información dada, por el Secretario de Salud del Ministerio que dijo—:Que se trataba de una infección venida de Wuhan, en la China, pero que a él nadie le quitaba su opinión—y lo calificaba de «bicho cabrón, nacido con su corona, para hacerlo más real».

Dubitativo, se dejó llevar y reconoció que el virus, era producto de la poca higiene.
Salido de la mutación de un ave rapaz y un mamífero vertebrado, en un lugar escondido de «vaya usted a saber», si además esto es verdad, o es otra mentira que nos han dicho y colocado, para que nos la creamos, como tantas otras >>.

Añadiendo a este cuento paranormal, el gasto que se invierte en artilugios para hacernos daño, con un alto coste; vaciando las arcas de cualquier economía al dejarlas yermas. Sin llegar a mitigar el importe de todas las necesidades para erradicar al jodido «Covid».
Siendo tan solo un cuerpo de unos 450 nanomilímetros de espesor, que se instala por vías respiratorias hasta que acaba con nuestras vidas.

No creen ustedes, señores, que deberían atajar de verdad la problemática de esta enfermedad, olvidarse de fronteras, de guerras, de ese politiqueo de mierda que usan, que no convence a nadie, y comiencen a replantearse de verdad, un nuevo concepto de convivencia.

Aquel que contrajo matrimonio, se encuentra recluido en su casa, como cualquier buen habitante español, esperando que pase esta tragedia, y rezando para que sus familiares, amigos, conocidos y demás ciudadanos, que le rodean, puedan salvarse de la tragedia que se nos echa encima.







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