¿Importa
mucho si nadie me atiende?
¡Si
alguno me lee! Si alguno me escucha.
Si
alguien me ve, o es una paparrucha.
Nadie
consigue aquello que pretende.
Sería
un necio si fuera aquel duende,
altivo
y tonto, que se despelucha
intentando
hacer de capa capucha
evitando
una risa, que sí ofende.
Seamos
normales, que ha veces nos cuesta,
y
amables con amigos que soportan
nuestra
carga, pesada y manifiesta.
Reflexiones,
que insto a los que importan,
sin
pretender ser pollo de la fiesta,
y
se ofendan, los que no se comportan
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