martes, 31 de marzo de 2020

Llegando a una Resurrección





Aunque sepa que es perentorio,
y estando aislado, tan rotundo,
prefiero no airear fecundo.
Mas Corona al gran al purgatorio.

No dejjo de estar prisionero,
mi intuición va; se evade y vuela
abriendo cordura mi vela.
Con la bondad de un misionero

¡Cuidado! No salgas, que late.
No sea que ese virus se aloje,
ilegal en tu casa y mate,
a los vulnerables que acoge.

¿ Será todo lo igual cuando pase ?
¡ Es un miedo que nos aturde !,
y por la etapa desacorde,
que igual, ya no le cabe frase.

Inmune a todo el parapeto
de los fármacos conocidos,
donde está el refugio torcido
aquí te dejo mi soneto:














Este momento tan doloso y feo,
el que nos ha tocado latir ahora,
cuando no lo esperaba, y es sonora
porque lleva la muerte y el cabreo.

A mi Dios, solicito balanceo
para seguir creyendo en fe, dadora,
aquella que limito con demora
y que a veces consigo con franqueo.

Por tantas veces, como me encomiendo
y no me dejes caer en disfunción
librando al mundo del virus, creyendo

Que esta gran pesadumbre y aflicción
finalice aquí, porque así lo entiendo
sin retornar en siglos, ni en función







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