Fue
un regalo especial siendo del cielo,
que
llegaras a mi luz, dando fuego.
Supieras
consolarme desde luego,
pudiéndote
soñar sintiendo celo.
Fuiste
mañana viva sin tu velo,
influencia
en mi, por ti gozando tu ego,
marcando
la frontera de mi apego,
y
cuando sueño tu cuerpo, desvelo.
Amar
y amarte siendo el más sincero,
gozar,
ver, contemplarte sin rodeos.
Gemir
por ti y en ti; desde un lucero.
¡Mujer,
mujer!, placer, el que yo espero,
¡Sentir,
sentir!, que colmas mis deseos.
¡Morir
morir! Llamando al desespero.
1 comentarios:
¡Me encantó!
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