De vuelta estoy dando ejemplo
tras
un periodo muy denso,
en
el que estaba perdido
flotando
y roto por dentro.
Como
recuerdo tu ejemplo
con
tu mirar tan intenso,
aquel
deseo suplido
en
mi porte y en tu tiemblo.
No
es cedido lo que incumplo
por
motivos de indefenso,
lo
que obliga ser cumplido
aunque
yo pierda el consenso.
Claro
que estoy resentido
porque
ya no puedo verte,
desalmado
y desvalido,
ya
que nada me convierte.
En
mi reseña yo tiemblo
por
tus meneos y suerte,
con
tus cabellos divinos
y
tu figura que vierte.
Escucha
mientras contemplo
y
en mi vestigio de incierto,
aquel
reflejo asistido,
que
me juraste en el templo.
Sin
coraje medio herido
esta
mi hemorragia inerte,
esperando
que me mires,
o
que me atraque la muerte.
El
destino incumplirá
dejándolo con su suerte,
porque
no me mirarás,
y
estaré cuando despierte.
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