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Los
dos retozando como dos puercos ¡Que digo! Los gorrinos tienen más
plasticidad a la hora de copular__ Avergonzada relataba Marina, a su
madre, no sin aquel bochorno que proporciona la exigua experiencia
juvenil, por el episodio presenciado.
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Como chucho frenético por eyacular en la vagina de la peluquera, sin
importar las formas ni las poses__ Continuaba contando la jovencita.
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Absolutamente asquerosas y ofensivas. Ella con unas pintas de ramera
delirante, era la que llevaba el tercio de los irreales meneos
carnales. Sometiendo a padre como si fuera un desgraciado lazarillo.
Con una vejación y ultraje, que ya me hubiera gustado la vieras__
Siguió delatando a su padre con cara de infamia, sin retener ya
escrúpulo ni respeto. Mientras la madre agonizando a chorros, desoía
casi la explicación de Marina, por conocerlas y haberlas soportado
durante años.
__
Así es como engatusa a los hombres. Con razón ninguno se le escapa
a la zorra de Lola y no me hagas caso, pero igual se han cargado al
idiota del Broncas, los dos juntitos.
La
madre quedó petrificada, con la noticia, sin embargo, no le vino de
nuevas.
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¿Segismundo está muerto?__ preguntó Xon a Marina.
__
¡Claro cómo te ibas a enterar! si te tienen en el olvido. ¡Sí!
¡Lo mató papá!, aunque digan otra cosa__ Marina, se desquitó
deliberadamente con aquella confesión a su madre.
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Si supieras la de historias que ha montado padre, con el policía,
con el juez, con todos los que le podían echar el guante y acusarlo
de asesinato. A todos los ha amenazado. No hay ninguno que se salve
de la corrupción habida en este pueblo. Todos le deben favores y no
solo eso, los tiene pillados por las
pelotas,
y por los
grandes desfalcos
dinerarios que
han cometido estos
llamados hombre de las leyes.
Suavemente,
sin alertas, solo dejando caer, el detalle de las grandes deudas
contraídas por los respetables prebostes de la ciudad, gastadas en
los burdeles, con las putas de Logroño, las apuestas en la ruleta,
la fornicación con esas casi niñas que importan de quien sabe
donde. ¡Ya sabes mamá! Como en las historias de los libros de
andanzas, o los episodios de lance y aventuras.
Hazañas increíbles ¡Peor aún!
__
Marina, por Dios te lo pido ¡Hija! Ayuda a Xarme, que te necesita
mas de lo que piensas. No me moriré tranquila si no me lo juras.
__
¡Mamá que dices! ¡Es imposible! Me pides demasiado, Xarme y yo no
somos compatibles. No nos llevamos nada bien y; yo no estoy
capacitada para seguir con tanta mezquindad, tanto embuste y tanta
maldad.
Rogando
mucho a su hija desde
la gran cama matrominial,
pudo aquella moribunda quedar en paz con su conciencia. Consiguió
que en su lecho de muerte, su Marina. Jurara por ella, que ayudaría
a su hermana
__
Te lo juro mamá, ¡te lo juro!
__
Marina cuento con ello. Me lo has jurado, en mi lecho de muerte poco
antes de fallecer y eso es ley ¡Lo sabes!__ repitió la agonizante
condenada a su hija mediana.
__
Vale ya mamá, no quiero llorar y me pones frenética.
__
¡Has de cumplirlo hija mía! No me beses, es peligroso y quiero que
viváis las tres para quereros y respetaros. Sin envidias ni celos,
hemos venido a este mundo a sufrir.
Hoy
serás tu la desdichada, pero mañana le tocará a una de tus
hermanas, y no hay más. Así es este mundo, quiero que os ayudéis__
acabó la madre.
__
Llama a Xarme rápido hija mía. No te entretengas, que me queda
poco. ¡Adiós hija, cuidaros!
Salió
Marina, con un crucifijo en las manos, sollozando y tocando a su
hermana mayor, diciéndole con apreturas.
__
Entra es urgente, quiere que seas tu la que cierre sus ojos. Le queda
poco tiempo.
Xarme,
accedió a la cámara y se acercó a su madre. La besó en la frente,
diciéndole
__
¡Madre, reponte, que te necesitamos!
__
Xarme, querida mía. Menudo pastel te dejo. ¡Se fuerte!, y cuida de
tus hermanas, sobre todo de Marina, que la veo muy decepcionada con
todo. Sin hacer pausa, de repente preguntó __ ¿Es verdad que
Segismundo, está muerto?
__
Sí madre, ¡Es verdad! Ni así hemos podido evitarte, otro dolor.
__
¿Han sido tu padre y Dolores?, ¿Verdad?
__
Él seguro, ella ya no lo se tan de cierto, porque además de ser
ramera, sirve a demasiados señores.
El
marido ya sabes__ dijo Xarme__ un desgraciado, que Dios lo tenga en
la Gloria.
El
amante, tu marido, mi padre; un sinvergüenza sin remisión__ siguió
hablando a su madre, mientras veía las boqueadas de angustia, a las
que se iba resistiendo Concha.
__
Creo que Lola, o finge o es tonta y se deja llevar, tan solo por la
supervivencia__ Palpó a la madre, observando que hervía de fiebre.
__
Cómo le mató__ pregunto Xon
__
Pues tan sencillo como hace padre, todas sus fechorías, con la
espada, que tiene detrás de la mesa de su despacho y esperando
fríamente su oportunidad.
Se
le apareció “Segismundo” “el Broncas”, con media borrachera,
pidiéndole explicaciones de manera ineducada y le amenazó__ siguió
argumentando Xarme apretando las manos de su moribunda madre.
__
¡Ya sabes que clase de chulería gasta tu marido!
El
gran y desalmado ¡Don Saturio!, y quien tose al dueño de las vidas
de ¿todos
los “mandamases” del pueblo? ¡Paga con su muerte!
__
¡Cómo no me dijiste nada! __ replicó con un hilo de voz la
desahuciada
__
Deja de pensar y descansa un poco, a ver si te mejoras ¡Anda mamá!
Poco
convencida le dijo Xarme, estimando que su madre había llegado a su
fin y que igual un milagro, no se daba, para salvarle la vida a
Concha, una víctima más de aquella familia tan extravagante.
__
No te vayas__ arguyó Xon, ya ultimando.
__
Quiero que seas la última que me veas con vida__ pero papá está
esperando fuera
__
Pues déjale que se pudra. Con ese cabrón, ya no quiero nada, que se
refugie si es que tiene remordimientos con sus putas que ya le darán
para el pelo cuando le llegue la hora.
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