viernes, 27 de enero de 2017

Homenaje a Joan Rodó en el Teatro Cal Ninyo





El pasado día 25 de enero del año presente, 2017. Se celebró en las instalaciones del Teatro Cal Ninyo un homenaje sentido, hacia un amigo. Joan Rodó
Un artista grande como pocos y reconocido en muchísimos lugares. Premiado en distintos Certámenes de España y de fuera de nuestras fronteras por sus pinceles perfeccionistas y sus obras maestras que sumado a sus poemas entrañables, de vivencias duras y concisas plasmaba en los libretos con una elegancia suprema.
Tanto en su persona, como en su obra, dejaba entrever parte de sus interioridades y de sus anhelos, segregándolos hacia sus seguidores por medio de sus obras pictóricas, como sus contenidos literarios. Persona, que dentro de su  gran capacidad, era amigable y dadivoso
Un hombre con un carácter muy difícil, más que eso complicado, para el que no le conocía profundamente, sin embargo para aquellos que supimos entenderlo, escucharlo y porque no decirlo en ciertos momentos soportarlo, era un gran dialogador, un perfecto caballero, un resignado discutidor y un partenaire de los que pocos le hacía sombra. Un Crack actual.
En ciertos momentos era beligerante, por no dejarse doblegar por las falsedades del mundo que le rodeaba, (que en el círculo artístico, hay mucha envidia y mucha mala fe), aunque se oculte y se disimule.





Siempre decía su verdad en la cara, gustara a quien gustara. Por ello, también tenía detractores que son los que ahora en el momento de su homenaje quieren pasar por entrañables y amigos del alma. Dándose golpes de pena en el pecho, por el dolor que dicen sienten_ si Joan levantara la cabeza, iban a ir finos, (a estos todos les conocemos).
Un caballero que se mostraba como era de natural, sin engaños, sin incertidumbres y sin ambages. Sencillo, locuaz y a momentos displicente, así fuera por las vivencias que había tenido que soportar durante su juventud en la guerra y en los campos de presos políticos, donde estuvo recluido por sus creencias y convicciones.
Grandeza que tenía, y que se mostraba sin necesidad de ingentes esfuerzos, que transportaba por posesión desde su nacimiento y por el arte que le desbordaba, en todos los terrenos en los que él participaba con su carácter posesivo.  

  



En el Teatro, se juntaron los que le querían, pero tampoco estaban todos. Encontré a faltar a grandes personas que junto con él, habían vivido momentos de lujo, colegas que les hubiese encantado estar allí en su homenaje. Antonio Morales Chicanita, Manuel Olivas, Paquita Roldós, Pepa Nieto, Bravo, Fernández, y tantos otros, pero que la poca organización que se llevó a término, esquilmó a muchos artistas que de haberlo sabido, hubiesen estado.
¡Sin dudar!
Otros, los menos se refugiaron con la excusa y para aprovechar el escenario_ que siempre hace brillar, o eso pretenden aquellos que no poseen estrella_ y presumieron, con su coyuntura sabida_ aunque no imaginaban que se les vio el plumero. 
¡Seamos serios!


La profesora Merçè Falcó, profesora del Taller de Poesía de la Gent Gran,
recitó uno tantos poemas del homenajeado, en su honor



Los poetas fueron desfilando, uno tras otro y cada cual daba lo mejor de si. Regalándole al artista su recuerdo, recitando poemas de su pluma, con voz de amigo, en un momento que él descansa bajo los cipreses verdosos de las estepas del campo santo, bajo el cielo plomizo y gris tan conocido por él mismo y pintado infinidad de veces


El amigo Diego Garnica, con su impronta y su gran admiración por Joan Rodó
cantó una de sus mejores piezas a capela. ¡Bien por Diego!


El amigo Diego Garnica, interpretó mirando al cielo, su canción una de las que quizás más le gustan al cantor, que dedicada con ese fervor de amistad y de recuerdo, le llegó con seguridad hasta dónde se halla el propio Joan Rodo.
El público asistente, con un decoro extraordinario aplaudió todas las intervenciones y supo encontrar y valorar el arrojo de los actuantes ante la poca preparación que demostraron los responsables del acto.
La falta de calidad de las imágenes, fue debida a la poca luz ambiental que le dieron los técnicos de sonido y de iluminación, quizás no tuvieron un buen día en su labor, dada la poca ambientación que encontramos los que allí pretendíamos ver y oír el espectáculo, con la sencillez que habitualmente tiene el teatro y que suelen ofrecer al público asistente.

Joan Rodó, D.E.P





E.Moreno
Textos e imagenes






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