domingo, 24 de mayo de 2015

la lágrima marina

Salió de buena mañana de su casa con destino al trabajo y al llegar a la parada del bus, ascendió al autocar y validó su trayecto en el dispositivo al efecto, guardando en su bolsito de piel china el ticket y se sentó justo al lado de la ventana, en una de las tantas plazas libres que habían, justo frente a un hombre, que parecía semi dormido y que ocupaba mucho más del espacio que  necesitaba.

Cuando ella se aposentó, aquella figura desdibujada que parecía dormitaba se ajustó al espacio, mirando fijamente a la joven, que sin dar importancia, de lo que iba a suceder, ignoraba al individuo en cuestión. La mujer por alguna extraña causa perdió en aquel momento la estabilidad y la razón, quedando a merced de lo que el destino, caprichoso dispusiera.

El viaje proseguía deteniéndose con frecuencia, en todos los apeaderos y paradas al efecto recogiendo  pasajeros y dejando a los diversos usuarios en sus puntos de destino y llegada.  En uno de los frenazos del bus, aquella mujer fue a caer de bruces sobre los brazos del espíritu de la Macaronesia,
(Macaronesia es el nombre colectivo de cinco archipiélagos del Atlántico Norte, más o menos cercanos al continente africano: Azores, Canarias, Cabo Verde, Madeira e Islas Salvajes.), aquel ángel custodio y sobrenatural que ya hacía tiempo la estaba resguardando de lo que había pasado en aquel transporte público, para que su cuerpo inerte, ya muerto no fuese mancillado por los atracadores del convoy.

Tres individuos entraron en el transporte comarcal, forzando al conductor a que continuara con el trayecto, y mientras derramaban el gas tóxico, asustaban a aquellos madrugadores pasajeros, camino de sus trabajos, en oficinas y talleres.
 Iban cayendo los viajeros a medida que iban inhalando el veneno. Hasta dejar sin vida al último de los afectados por aquel destino caprichoso.

_Lo siento, lamento haberlo molestado_ dijo la joven, apartándose de aquel tipo_, dispense mi poca atención. Aún estoy dormida y me ganó la confianza pero me traicionó el equilibrio.

_ No te preocupes Mirna_ contestó el ángel_, no eres la responsable de todo cuanto te suceda de hoy en adelante.

Mirna no sabía de que iba aquella confianza y aquella familiaridad y con malos modos contestó.

_ ¡Como se atreve a tutearme y como sabe mi nombre . ¿Le conozco de algo? Ya me excusé, no cree que puede usted resultarme un descarado. El hombre sin inmutarse, ni siquiera atender lo que decía, prosiguió con su mensaje.

_ Tú,  eres Mirna Adeje, hija de Sándalo, con el apodo de: el platanero. Un palmeño , nacido en la calle Odaly, de la ciudad de Santa Cruz de la Palma. A mi no me conoces, pero yo estoy contigo desde que naciste, allá por los años noventa en los llanos de Aridane. Y te poseyó el cuerpo de Tinaujea, amante de un gran jefe que hubo en La Palma, cuando la conquista.

_ No me hace ninguna gracia lo que me está contando y no tengo por qué seguir con esta cháchara pesada. Le pido siga dormido y me olvide desde ya.

_ Mirna, tu ya no vas a volver más a tu casa, y verás a los tuyos desde otra perspectiva, tu ya no perteneces a este mundo. Ni siquiera has sufrido con el incidente de hace unos minutos en este bus. Todo ha sido para camuflar el hecho de que estás llamada con urgencia a la otra parte de la vida, eres ciudadana de los vivientes invisibles.

Mirna, se precipitó y se giró en su posición para ver y comprender que le estaba refiriendo el espíritu de Tanausú, quedando frente de sí, un espectáculo irreal, de pasajeros muertos en el pasillo del bus.

Todos los pasajeros de aquel autocar, estaban sin vida, habían sido asesinados aquella misma mañana, con un gas parecido al mostaza, quedando todos en la posición que tenían, excepto los que viajaban en pie, que estos cayeron al suelo, en el mismo momento que Mirna caía en los brazos del angelado que le hablaba.
Ni uno quedó con vida, quitada, por unos extraños asesinos que nadie notó, enviados por quien no conoce los principios de la vida y el respeto por las normas.  De hecho ni siquiera podía explicarse, puesto que aquella acción no era hecha por humanos.

Alguien igual no real que trataba de cobrarse una lejana  venganza, de tiempos ancestrales. Misterios sin explicación que tampoco se pueden demostrar.
 Aquelarres de brujería indígena, que han aguardado cumplirse a lo largo de los siglos.
 Estaban todos en el suelo, nadie les devolvería la existencia y ella, horrorizada, viendo aquel panorama no supo que hacer y perdió los nervios frente al  hombre maldito, que decía ser representante de la memoria de Tanausú, que la protegía de la maldición de los dioses, por ser descendiente del único de los conquistadores honrados y decentes, el único de los castellanos que plantó cara a su capitán.
Un bizarro que dejó descendencia en la isla de la Palma, y que según parecía su biznieta, era la que iba a cerrar el episodio.

Aquel guerrero que fue mandado a conquistar las islas, por el adelantado de Castilla llegado junto a la tropa, a la isla de San Miguel de la Palma, y que yendo a las órdenes del capitán Don Alonso Fernández de Lugo, se negó a obedecer al mando y no participar en la captura de Tanausú, por orquestación y prácticas que estaban fuera de las estrategias militares. Frenando con su personalidad al adelantado por las formas que usó tan cobardes y mezquinas para engañar primero y después apresar al Jefe Tanausú

Don Alonso, caballero andaluz de procedencia gallega, estaba allí para darle satisfacciones al rey de la entonces conocida  tierra de  Castilla. No importaba como, aunque la hidalguía no se ajustara a término y de forma poco caballerosa engañó al jefe aborigen para establecerse en la isla por la fuerza,  después de muchos días de asedio sin éxito y sin poder conquistarla con las armas, urdió un maléfico plan.

Mandó a un primo del jefe Guanche, indígena y criado fiel, al servicio de la Corona desde hacia tiempo y a la postre de Don Alonso.

De los pocos que sabían el habla castellana, de los sometidos y cobardes.  Aquellos que han existido desde que el mundo es mundo y favorecen a todas las partes, a cambio de su bienestar. Lo enviaron al poblado donde estaba el líder para invitar al confiado Guanche a que bajara de las Calderas de Taburiente, donde estaban fortificados los pobladores del lugar.

Prometiéndoles que una vez se entrevistaran y cambiaran saludos, los conquistadores, partirían de nuevo para Castilla.

Tanausú aún y conociendo la traición accedió a entrevistarse con el adelantado Fernández de Lugo  en  el pueblo de Tazacorte. Su primo le había facilitado todas las garantías para que se juntaran e hicieran lo pactado, sin el menor peligro para la integridad del guerrero isleño con el capitán, que solo quería conocerlo_ según él_ y hacerle unos agasajos.

De esta forma ruin no pensaba cumplir, con su honestidad y solo pretendía apresar al Guanche rebelde jefe de toda la tribu y enviarlo frente al monarca.
Consiguiendo así una fama que era imposible ganar heroicamente en el campo de batalla.
Tras una maniobra de traición, esperaron las tropas de Castilla al jefe Tanausú,  y lo apresaron para llevarlo y ser ajusticiado en Castilla.

to be continued......
continuará.......

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