Jorge; siempre se ocupó de ella, en todos los momentos, no había detalle que se le pasara por alto, podía notarse que la apreciaba; más que eso, la adoraba. Era un mundo. Su mundo.
__Fátima, te encuentro rara hace un tiempo, ¿ocurre algo? No eres la misma, te veo taciturna, desvaída, como si estuvieras en otra vida, como si lo nuestro hubiera quedado en una historia pasada_ Le decía Jorge mientras se acomodaba en su butaca tras llegar del trabajo.
__No; ¡Para nada! Que me ha de ocurrir, siempre lo mismo, cada día igual, a veces me pregunto si es bueno, que no pase nada, si todo ha de ser una misma rutina, las labores de la casa, mi trabajo, salir a andar, mirar de conservar mi línea y charlar con las amigas de nuestras cosas. ¡Ah; por cierto! __ Siguió contando sus letanías__
El otro día caminando por la alameda conocimos a un tipo simpático, que nos sacó unas fotos. Nos es de mucha prestancia, porque de esa forma, ningún loco, se mete con nosotras y vamos como más resguardadas._ Acabó la prosa Fátima.
__ ¿Le conozco, de algo?, ¿es amigo de alguna de tus colegas?_ Asintió Jorge, mirándola cariacontecido.
__Creo que no. Vamos, yo aseguraría que ninguna de las chicas, le conocía; porque fue una cosa inexplicable, haciendo ejercicio, apareció y mostró ser simpático y educado y poco a poco, nos fue cayendo bien que paseara al lado de nosotras. Tiene chistes muy graciosos y conversa sin parar.
Ahora que lo mencionas, he dicho: que le conocimos el otro día pero; ni sé, como ni cuando exactamente le vimos por vez primera. ¡Qué fuerte! Si es que tengo una cabeza, para que me la peinen.
__ ¿Y como se llama, el vigilante de vuestros ejercicios? ¿A qué se dedica? ¿Podrás ampliar algo este episodio tan interesante? _ Incitaba Jorge, para que Fátima, le diera una respuesta
__ ¡No tendrás celos Jorge, porque solo te faltaba eso! ¡Se llama Williams!
__Para nada, es por preguntar, si estáis vosotras conformes, pues a mí, me parece estupendo. Además, si no estuviera de acuerdo, de que serviría, si ya le habéis bendecido como vuestra mascota paseante de la alameda.
En el fondo de toda la cuestión Fátima, estaba tratando de organizar, su propia justificación, su error, su infidelidad, porque en verdad, ese detonante que estaba a punto de estallar, el propio Jorge, lo había notado, por eso le preguntaba, directamente al comienzo de su conversación; Si ocurría algo.
Las semanas pasaron, como transcurren las aguas tras el deshielo de las montañas, y la ruptura llegó, sin preámbulos y sin sortilegios, tras una separación cantada a los vientos del sur.
La relación de Fátima y Jorge, duraba, ya más de seis años, y es cuando se resquebrajan las relaciones, si no hay cariño, si no hay variedad en el trato, si ya no existen las sorpresas, si ya no juegan las complicidades a la hora del deseo carnal.
Ella, después de dar fe que se jugó la felicidad, está arrepentida, está taciturna y no sabe como restablecer, ese compromiso con su pareja. Entre ellos, las cosas no iban bien, y fue cuando, entró Williams en el juego, y ella faltó, cometiendo infidelidad repetida, entregándole a su nuevo amigo, su cuerpo y sus lujurias, para gozo de una corta experiencia, que no le iban a regalar, más que dolor y arrepentimiento.
Williams quiso tratarla como lo había hecho Jorge, pero no llegaba a las expectativas de Fátima, ni sabía ni podía, sin duda Fátima, no le quería ni deseaba, fue más una moneda de cambio para darle celos a su Jorge, y en ese ínterin ella, rompió no una vida, destrozó dos, y ahora se encuentra buscando reencontrar la felicidad. Esa señorona imposible de comprar, ni de subyugar, esa que llega cuando es preciso, y si rompes el vínculo, te quedas sin nada.
Dicen, las lenguas de doble filo, que todo lo que tiene Fátima, lo merece, por menospreciar el cariño de un hombre, dicen también que le ama, que está muy triste, que sueña con sus alegrías, dicen que ella comenzó ese juego para tratar de dejar de quererlo tanto, pero no sabemos a ciencia cierta, lo que llevan dentro las personas, que teniendo y sobrándoles lo que cuesta tanto encontrar, gozan o juegan con el destino para que el abandono les llegue en la esquina de la vecindad.
Como les diría el sabio de los aztecas: No compliquen más la vida de lo que lleva, si con fuego juegas; te quemas.
__Jorge; te quiero, perdóname.
__ ¿Crees que deba perdonar y olvidar, después de todo el daño? Olvídame, ya no sería igual, no te guardo rencor, pero es mejor que cada cual, siga su camino
__Te querré siempre; Jorge.
__No podría creerte; Fátima
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