sábado, 23 de enero de 2021

Seremos decentes alguna vez



Entre Gloria y Filomena,

nos desbastó una corona.

De diez y nueve punzones,

que rompe los corazones

y a la vez que evoluciona,

parece que reverdece.

¡Llega la vacuna y frena!

 

Tendrá que ser con la cena

como siempre envalentona,

y ya no caben razones.

Ni zapatos con cordones,

la vacuna se inspecciona

para ponerla en la vena

 

Tienen muchos problemillas

aquellos que la reparten,

en vez de seguir las normas,

inseminar si conforma,

y adaptarse al protocolo.

No engañando a todo el mundo

con su mensaje difuso,

por falta de jeringuillas.

 

Primero los enfermeros,

Médicos del hospital,

personal en puro riesgo.

Ancianos de ochenta, y luego

los de la cola al final.

Y si sobra, a los banqueros.

 

No me vaya usted a engañar

y se coloque el primero,

que me puedo cabrear

si te cuelas por detrás,

aunque no te toque en cierto,

que ya te vacunaras

y te quitaran deseo.

 

Ya no me puedo extrañar.

Al vecino del primero

lo fueron a vacunar,

al no poderlo pinchar,

en su brazo que es muy feo.

Hasta lo hicieron llorar

por derivar el pinchazo,

inseminando certero

al cabecilla del pueblo.

Olvidando al que lloraba

mientras se chupaba el dedo.

 

Por ello antes clamaba

que, entre Gloria y Filomena,

tuvimos que padecer

al virus que nos mataba.

Sin pensar por descontado

que un grupo de sinvergüenzas

se saltaron la cadena,

y por conservar su vida,

fueron ellos con sus pencas.

Sin importarles, que otros,

que no tienen voz ni voto,

los inmunicen después,

por estar desesperados.




 

 

 

 






 

viernes, 15 de enero de 2021

Los hay que, ni caso a las normas





A veces voy a mi rincón y pienso,

quedando en el vacío, no comprendo.

La causa, por seguir aquí; asumiendo.

Un brote nuevo de virus, intenso.

 

Aun viviendo en un reino, indefenso.

Nación mal educada. Confundiendo,

todas las normas, para mal cumpliendo,

y erradicar de aquí; el Covid suspenso.

 

Aunque haya defensores de la gente,

Puedo asegurar, que no acostumbramos,

a cumplir la ley. Dando de repente,

 

una imagen tan ruin, que soportamos,

pagando los que cumplen, simplemente.

Otra variante de cepa, y sus tramos

















miércoles, 13 de enero de 2021

No sé, muy bien qué es

 












La nieve impuso su manto y capricho.

Sin contar con el viento azul marengo,

y mientras advertí, los copos, tengo.

La certeza y nostalgia que no he dicho.

 

Viendo cómo se escapa el susodicho

temporal borrascoso. Me entretengo,

con un verso que me libra y obtengo,

dicha y felicidad, como entredicho.

 

Ya no sé, qué es, si frío, si es agua,

brisa, marea, lo que me desplaza.

Quizás será, lo que me das por tregua.

 

Pudiendo constatar tu don, que emplaza.

Zafral y turbulento olor, que mengua

en tus cumbres boscosas de melaza





 

  











domingo, 10 de enero de 2021

Filomena borrascosa

 





 

 






Sin ser un desmemoriado

recuerdo perfectamente

que Gloria, llegó inminente,

y fue el enero pasado.

 

El del año perturbado.

Con Gloria, primeramente,

que visitó, de repente.

Nuestro mundo, ya cansado.

 

Menudo año Coronado,

recuerdo constantemente,

el marcharse tanta gente,

y entre ellos estimados.

 

Fue un chorro el desbastado,

te lo cuento ciertamente.

Sin querer ser displicente,

las vacunas no han llegado

 

.-.&.-. @.-. &.-. @.-.

 

Ahora aquí; ¡Filomena es demasiado!

Se presenta ante el mundo, suavemente

con su túnica débil y aparente,

calando hasta los huesos, depravado.

 

Su belleza y chubasco, tan nevado,

recuerdo tan cercano por silente,

que miedo distribuye, en cualquier mente.

Pensando en el pasado año, apenado.

 

Filomena mujer. De corcovado,

sentido luminoso, y aparente.

Copiosidad de fríos, de repente.

No descargues dolor desaforado.

 

Somos gente que aún no ha superado,

la pandemia de virus exigente.

Sin vacuna real o insuficiente.

No nos castigues más, de lo esperado. 





 

 

 

 

 


jueves, 7 de enero de 2021

Partido brutal en el Capitolio

 








También falsean, los yanquis. ¡No atinan!

Tiñen la libertad, de gris maligno.

Menudo mandatario, poco digno

Por no saber perder; ni le avecinan.

 

Asaltan su Congreso, y no patinan.

Son lo bastante bárbaros. Con signo,

en sus costumbres. Sin fe ¡Es indigno!

Así, demuestran. Por lo que originan.

 

Rubio, grotesco, aún, fue el elegido.

Cuatro años insultando sin distingo,

y al final del mandato, muy dolido.

 

Por el muro de Trump. Chicano y gringo,

dejando sin altura ¡Alicaído!

Al sencillo civil. ¡Qué respingo!


 

“@@@@@@@@@@@@@@@@@”


 

Me recuerda hace poco, ciertos cantores

Un febrero algo loco con sus heladas

Que disfrutando de sus bravuconadas

celebraron concierto, muy seductores

 

La gente andamos hartos de salvadores

De los que nos gobiernan con chuminadas

Igual no distinguimos entre chorradas

Permitiéndoles sean nuestros valedores.






martes, 5 de enero de 2021

Gratis no hay nada

 













Estamos en enero, día cinco

Verbena de los magos del Oriente

Esta noche olvidar hincar el diente

Y preparar la escena con ahínco

 

En la cocina dejo a ornitorrinco

Que es mi gato, el que cuida silente

De mi casa y de la que veo enfrene

Que nos avisará con salto y brinco

 

de la llegada de los Reyes Magos

con regalos de corte tan británico

y dones y regalos para vagos.

 

No me lo puedo creer, sin ser satánico

dan lo que merecemos, sin estragos

al llegar la factura, vendrá el pánico


 







miércoles, 30 de diciembre de 2020

Estaba escrito, ni supieron leerlo,

 













El reloj de la plaza nos cambiaba

de año, de escena y de suerte futura.

dejando muy atrás esa ruptura

de la normalidad cuando volaba.

 

Quien iba a imaginar lo que llegaba

Nadie hubiese jurado con altura.

Desternillados de risa y holgura

Hubiésemos dudado del que hablaba

 

Doce uvas en mi plato. Yo apostaba

Tragarlas una a una, hasta la hartura

Haciendo bola en mi boca y agrura

Dudando por saber, si las mascaba.

 

Recordando otros años, que no estaba,

mas que por mi tendencia y postura.

Creyendo que no pasa y son maduras,

Las situaciones que paladeaba

 

Mientras tragaba granos, yo pensaba.

Son todos míos, ¡Dios! Con tu cordura,

Guárdamelos durante mi andadura

Que sea yo aquel que vislumbraba

 

El año saltó y el ruido chocaba

Las copas ya repletas de hermosura,

Ya todo es sueño. Nueva singladura.

Nadie sabía, que se aproximaba.


lunes, 28 de diciembre de 2020

Dos mil veinte, que le den.

 









Quiero acabar, este año tan nefasto.

Con un soneto que lleva su pena,

y con gloria, recuerden, lo que suena.

Sin que estén, por la ausencia, en mundo vasto.

 

Ellos, que nos dejaron sin abasto,

sin ruido, sin adiós con luna plena.

Sin el trayecto, de mi sangre en vena.

Tocan “fin” falleciendo sin desgasto

 

Espero dar final, al mal bisiesto.

Al dos mil veinte. Mi queja y destierro.

Anhelando con fe, que sea depuesto.

 

Por trance epidemial, cíclico yerro.

Finalice recodo y mute el gesto.

Y poder olvidarlo, con su entierro.





 


jueves, 24 de diciembre de 2020

No olvide las normas.

 








Me invitaron a cenar

y, acepté con sumo gusto.

Cuando aparqué en el lugar,

casi me atizan un susto.

El termómetro sin par

lo pusieron en mi frente

por si debía purgar

Las decimas del relente.

 

Antes de poder entrar

dijeron que era diciembre,

que si podía mostrar

la credencial del PETERRE,

que por lo visto es vital,

y certifica la fiebre.

 

¡Jesusito pensé yo!

Después de tanto recelo,

que pasará, que se hundió

en el sostén de” la Chelos”

la lágrima que coló

quedando entre espalda y pecho.

 

Se juntaron tierra y cielo,

al llamarme la atención,

me obligan con hidro alcohol

a que me lave los dedos.

 

En el comedor nos suman,

Uno tras otro, cantan seis.

Nos acomodan y aúnan,

nos ponen la mascarilla,

y en la frente nos mesuran,

con un aparatoso distéis,

y como aquí nadie suda,

atados a la gran silla

todo parece estar bien.

 

Se ha lavado usted las manos

Me pregunta un robot,

es el traje de disfraces,

que me obliga al gran complot.

Llevándome con dos frases,

y con mucha pretensión

a las puertas del lavabo,

para baldear ambas dos.

 

Todo esto sucedió

Antes de ingerir bocado,

porque, y le pregunto a usted.

Si por “estas” ha pasado,

que es lo que debo hacer,

para no estar descolgado

y al final poder comer

mi bocadillo embuchado.

 

Sin conseguir entender

Porque no hay menú reglado

Después de tanto joder

Con la fiebre, y el lavado.

Nos dejaron sin cenar

En la noche de extasiado

Y no deje de pensar

En que poco es demasiado










domingo, 20 de diciembre de 2020

Inculparle.

 










 



Se fue a dormir, creyendo que vendrían,

y el sueño no tardó en vencerle pronto.

En el balcón, dejó todo el desmonto.

Esperando al fin qué ¡Comprenderían!  

 

Los confundió bastante ¡Se opondrían!

Dejando mil regalos, por ser tonto,

y desbordar su genio, por Toronto.

 

¡Difícil! No entendieron ¡No confían!

 

 

En cuanto despertó, notó mil besos.

De aquellos que jamás, pudieron darle.

Fue una gran sensación, entre sus huesos.

 

Arrancando por su amor y confiarle,

en su sueño feroz, al llevar presos,

mis disloques que son; para inculparle.










 


sábado, 19 de diciembre de 2020

Un año muy feo

 


Levantemos las copas y brindemos

¡Es final de año!  Quien podía pensarlo.

Al aire, con el cáliz, ¡Saborearlo!

Después de beber, nos abrazaremos.

 

Disfruté por diciembre, …  ¡Recordemos!

Alegría, yo puedo memorarlo

y no hace tanto pude disfrutarlo.

Pues fíjate por qué, nos sorprendemos.

 

De nuevo el final de otro año feo.

Un bisiesto vulgar, que roba y quita

deslices, alegrías y deseo.

 

Lapso para olvidar, discapacita

de ilusiones alegres con goteo,

y a mi necesidad, posibilita.