domingo, 8 de diciembre de 2024

En un día, como es, hoy

 










Aquella mañana del día 8 de diciembre, iba aquel joven, dirección del Valle de Hebrón, hospital de la ciudad de Barcelona, con una prisa extrema. En aquel Seat 600, iban montados abuelos, la parturienta, y el papá de aquel acontecimiento que se aproximaba, con una premura inigualable. Que si Dios lo permitía, iba a dar a luz aquella joven mamá, a una niña preciosa, que nació en cuanto tocó las puertas de urgencias de aquel centro hospitalario.

Imposible de olvidar
aquel ocho de diciembre
Entre prisas y alegrías,
miedo y falta de costumbre.
Repleto de simpatías,
que me arrancó pesadumbre
cuando la pude anidar.
Entre mis brazos, fue la cumbre.

 

Irrepetible momento, por la fecha y el efecto. Que siente un bisoño padre, notando en todas sus partes, el regalo en su regazo. El gemir de su linaje, de una niña, que es su prenda, que gime, suspira y quiere que la abraces para siempre.

 

Imposible de olvidar
aquel momento impensado,
repleto de algarabías,
y el efecto en certidumbre,
de abastecer garantías.
Desterrar todo derrumbe
por siempre, en la vida mía.
Siendo ya, lo que me incumbe.

 

Por muchos años que pasen, por muchas penas que albergue, por cualquier imponderable. Cuando llega este día. Fecha clara de diciembre.

Día de la Purísima.

La recuerdo en su llegada. Chiquitita y muy bonita, y la alegría que trajo, nos la dejó en plus valía. Han pasado varios lustros. La presiento cada rato, y aunque el tiempo a mí, me arrugue, la veo llena de vida, y repartiendo su dicha. La sigo queriendo, porque siempre fue mi Niña.

 
Imposible de olvidar
Los momentos destacados,
Que han sido para gozar
Por lo que, me ha regalado.




Autor: Emilio Moreno
Diciembre, día 8 de 2024

0 comentarios:

Publicar un comentario