Capítulo 13. Reparto
de proyectos literarios.
El primer equipo
propuesto; el dirigido por Almudena,
se había aglutinado en pocos instantes con la suficiente confianza como para
llegar al final del trayecto con ciertas posibilidades. Dos personas juiciosas
a simple vista serían sus pupilos, que necesitaban de aquel concurso para auto
confiar en ellos mismos. Tras varios fracasos e intentos fallidos de éxito, en
sus publicaciones.
Rechazados por las editoras
de la ciudad. A ambos les dio las oportunas señales.
Advirtiéndoles que no
iba a ser fácil transitar por aquella experiencia. Insinuando que existían
presiones por parte de gente poderosa, queriendo favorecer a según que
concursantes. Sin embargo, no lo podía certificar, porque no tenia pruebas. Por
lo que les exigió un imposible.
Comedias de calidad,
ya que sería el modo de brillar ante el mundo
Se dirigió a la
adjunta más joven del equipo que parecía nerviosa y la llamó por su nombre.
—Tu eres Clemencia Pérez. Mucho
gusto. Y tras un par de requiebros la invitó a crear un cuento singular, amplio,
que debía versar sobre la
muerte. Tema que plantearía con todo rigor, amplitud y veracidad.
Al segundo de sus
protegidos, Raúl Locastro,
el que fue añadido a su tropa desde el hemiciclo del teatro, con un mando pulsado
por el auditorio.
Igualmente le abrazó y
tras los mismos pasos lo dispuso a escribir sin ataduras temas entre el amor y
desafecto de parejas. Manifiesto escrito con desgarro y toda la acrimonia
existente. Comparando grupos humanos opuestos, con relación a la interacción
entre sexos.
Al que concedió para
que se luciera, con un episodio espinoso y se explayara con su aptitud, sobre El desengaño.
El segundo grupo conducido por Camilo Martin Celades, se reunió brevemente para el saludo protocolario y la presentación de credenciales. Dos aspirantes que prometían y que pronto entraron en materia, dejando las florituras aparte. A la primera que trató el entrenador fue a la mujer distante. Por su entrada en el escenario y negarse en ocupar el perímetro más próximo a la presentadora. Dejando a propósito entre ellas, una más que respetable distancia. Quizás, porque le rebatió la forma de trato al ser llamada al escenario. Tal vez por notar por parte de la locutora su falta de tacto con las razas. Su presunción por la falsa clase social y procedencia. Con preguntas hechas hacia ella, sin sentido. Realizadas por una actriz de medio pelo. Venida a locutora por enchufismo y con poco bagaje en literatura y mucha mochila llena de comedia barata.
Además de intentar pasar desapercibida en los instantes iniciales del
formato. Davinia Sert,
a la que tan solo con miradas supo entender el guía del grupo y porque
recordaba el episodio sufrido con la Gatypum. Le instó a crear una versión
sobre el Amor y el sexo.
Al otro aspirante, el recalado
por el mando a distancia, y adjudicado en último lugar. El amigo Nando Algarbe, aquel poeta
que comparaba sobre preferencias en las obligaciones. El que dispuso sobre el
tapete los deberes y voluntades entre los hijos adolescentes y los padres
despreocupados. Le propuso tras un par de objeciones, escribiera en su libreta,
para competir con garantías sobre la tan manida Falsedad
Tras un saludo tan
largo como efusivo, pretendió que sus dos discípulos le hicieran un plano de lo
que pretendían y del futuro del espacio, que esperaban en el caso de salir
ganadores de aquella competencia.
Paco de Cádiz, demostró ser un personaje que propagaba ser el siete ciencias
de lo impensable. Retirado a la vida contemplativa, excomisario policial y que en
la actualidad se ganaba unos euros extras. Con los barullos del adulterio entre
jóvenes y maduros. Le rodeó de frases huecas que no decían nada y se llevó a
Gloria, al mundo de los imponderables.
Haciéndole creer y gracias al concurso, cumpliría su máxima aspiración. Por ello
y por la simpatía que le proporcionaba el bueno de Paco, le adjudicó la tarea
de escribir sobre la Pobreza.
A su segunda apadrinada Micaela Martos Roble, la gacetillera que presentó el proyecto sobre los sucesos criminales sucedidos en la ciudad. Todos ellos ocurridos y auspiciados por la oscuridad de la noche. Delitos que se quedan esperando años la justicia. Aquellas causas que quedan al margen del conocimiento del ciudadano. Le estipuló escribiera un gran reportaje sobre La fortuna.
Con la empatía que
tienen los privilegiados y la gracia de los elegidos. Por lo que, a la guapa gambiana.
Aquella que se echó al mar en una barcaza de madera endeble, atada a sus hijos
de corta edad. Llegando empapada y agonizando al archipiélago de Canarias, en
una travesía de muchos días y noches.
La conocida y ya
famosa superviviente Birkana
Foz, le concedió el privilegio de escribir sobre El crimen.
Al participante
segundo de su complot, Rosendo
Bailén Grañón, el intérprete del mensaje que brillaba en la disputa que
se vive entre los falsos políticos. Historia llena de amoríos, y desvelos entre
la pareja con dos tendencias disparejas.
El esposo de la
Diputada burlada. Para perpetrar un delito sin levantar sospechas, intentando
hacerlo coincidir con el recuento de votos en las elecciones.
Al ínclito Rosendo, en
su humor perfeccionista le atribuyó la concesión de la presentación a competir
con un libreto que tratara sobre la nada despreciable acción de Las mentiras
Con sus dotes de
crítica de arte, redactora de la revista del corazón Melón Maduro y empresaria
editora en una firma dedicada a cuentos infantiles.
Los dos adscritos a la
articulista, carecían de contendientes, por tan solo existir cinco equipos y el
sorteo había arrojado la suerte de la competición entre el primero contra el
tercero.
La segunda tropa contra
la cuarta, quedando por tanto segmentado.
El último grupo que no
podría competir contra nadie. Estando adecuado por norma y por el régimen del
concurso, que la quinta terna opositaría entre sí.
Decidiendo como en los
casos anteriores. El elegido, o designada pasara de fase para seguir
compitiendo.
Julia reunió a sus dos
misarios y con mucho apego les iba a dar el boceto del proyecto que deberían
defender.
El sorteo y sus
destinos jugaron con aquella posibilidad y deberían enfrentarse con sus
trabajos. De nuevo al público que sería el juez que determinaría el poder
continuar con el progreso, hacia la final de los prestigiosos premios que
ofrecía aquella competencia.
Le asignaron el encargo que versara sobre La soberbia, que se
derramara en derivaciones literarias sobre el orgullo. Tan poco dado en su
persona y por la arrogancia que posiblemente la tenía desterrada desde siempre.
Drama en el que debería poner todo su empeño y sus dotes para poder ser elegido
por aquellas personas que llenaban el anfiteatro.
Criaturas que llegan a
un mundo tramposo, sin protección ni amor, por parte de nadie. Sin que se
puedan tramitar su adopción, a personas que lo desean. A la misma Lucia, le
endosaron quizás la más prolífica de las fantasías. Concediéndole el lujo de
escribir sobre Los
sueños.
Entregadas las obras a defender, los escritores se fueron por un periodo de dos semanas a sus respectivos domicilios, a escribir sobre lo que tenían encomendado.
Mientras en la cadena
se quedaban con el anuncio a todo tren del espacio dándole la máxima publicidad
y vendiendo noticias tanto de los Couches, como de cada uno de los
participantes.
De los cuales, sacaban
a relucir detalles de sus proezas, de sus vidas y milagros y de todo aquello
que fuera fructuoso, en beneficio de Teleadoro.
Pudiéndose vender y
expandir a cambio de la elevación de interés en la parrilla de emisiones.
Entre bastidores los
monitores se quedaron preparando sus estrategias y a la vez a espaldas de los
que concursaban, poner de su parte las bases para que el interés no decayera y
todo surgiera como en un principio decía el reglamento.
Dejar que la gente disfrutara
con los escritos llevados a película y que sin presiones y con la convicción de
estar disfrutando de un programa además de educativo estupendo por la inicial
idea de su productor.
Votar según sus
criterios.
continuará.
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