viernes, 28 de junio de 2024

No lo niegues. Es mejor.

 










Desde que le dimos pasaporte a Margarita, parece que ha vuelto la paz.

—No lo crees. —Preguntó la señora Adela Martínez a su criada.

Apolonia, no quería dar su opinión a la señora, por aquello de que pensara que se metía en temas que no le correspondían y con un gesto y un mohín replicó.

—Doña Adela, yo no la conocía apenas. Siempre me dio la impresión de ser poco reservada y muy displicente.

—¡No me digas! Siempre creí que os llevabais estupendamente.

Como a cada momento te decía amiga esto y ¡amiga lo otro! Y se prestaba en tu auxilio, diciéndote… ¡Ven que yo te ayudo! ¡Que esto carece de importancia! — Le recordó la señora a la criada.

—Es muy lista. —dijo Apolonia. — Es de esas que aparenta ser servicial y lo que hace es apretarte la cuerda del cuello. Sabe tirar la piedra cuando hay quien la escucha. Y esconde la mano en el momento del sostén. Cuando se trata de fingir, lo borda. Todos son buenas gentes y estupendas personas. Así consigue que la inviten a celebraciones, a cumpleaños y demás. Va sacando conclusiones de estos y aquellos y después nos pone a caldo, en cuanto le viene en gana. Adujo la sirvienta y siguió comentando.

Yo la calé, en cuanto me topé con ella. —Finalizó su comentario Apolonia, queriendo cambiar de tema.

—Entonces me estás diciendo que ¿no era de fiar? —Argumentó la madame

—¡Ay señora! No me ponga usted también en apuros y se me suelte la lengua más allá de lo prudente en una servidora como lo soy yo.

—Que significa. <No me ponga usted también>. ¡Dime!  Quien ha habido que te pusiera antes que yo en apuros. —preguntó Adela, con mucho cariño y poca comprensión.

La sirvienta de la casa Martínez comenzó a ponerse impresionable por el cariz que estaba tomando el coloquio. Ya que la señora, quería llegar más allá de lo que la empleada le estaba contando. Entonces fue cuando Apolonia descargó.

—Mire usted doña Adela. Margarita y yo, no nos entendíamos en absoluto.

—Adujo con templanza la ayudante.

— Tenía una forma especial de tratar lo que escuchaba y lo reproducía a su modo. Muchas veces, la mayoría, fuera de contexto. Y en no pocas ocasiones, nos había puesto a mí. Como al resto del servicio en tesituras delicadas. Por ello. Como usted dice.

Desde que no está parece que ha vuelto la paz.

 


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