Capítulo 12. Cinco nuevos componentes
Expuestas las cinco
adaptaciones elegidas, y la autoría de los miembros presentada, tan solo
quedaba por decidir que obra, se asignaba a los iniciales primeros grupos.
Con lo que la
competencia entre autores daría comienzo, dando cancha al espacio de televisión
que nunca había sido imaginado.
Los empleados de la
cadena repartieron los dispositivos a los acomodados en las butacas y comenzaron
a pulsar los números de los videos preferidos por cada uno de los que votaban.
Incertidumbre existía,
ya que como siempre ocurre, alguno de los espectadores duda en último instante
en dar su plácet a este o al otro.
Pasados tres minutos
la gentil Amanda, dio por concluida la acción y junto al notario de la cadena,
invitó al que sería el árbitro supremo de la contienda le ayudara en el reparto
de papeles.
Entrando en ese instante
con gesto muy serio y concentrado el benemérito Don Miguel de Cercanos y
Salavedra, para dar las gracias y saludar a los cinco nuevos componentes.
Una vez resuelta la
asignación de autores, sería el decano, el acreditado en nombrar y distribuir a
los nominados.
No había puntuación,
ni existían primeros puestos. Tan solo pudieron enviar los electores, el
sufragio que eligieron a la obra que mejor les pareció, en el momento del
recuento.
El criterio era aquel
que cada cual indicara al pulsar el mando a distancia, con lo que nadie podría
hacer cambalache con su decisión. Por otra parte, podía intuirse que aquella
votación carecía de exigencia y de compromiso. Dadas las normas de aquel
espacio de competencias.
El tiempo se esfumó y repentinamente
llegado el momento, la melodía de cabecera entró y se elevó por encima de
tantas personas que esperaban aquella decisión del destino más puro.
Amanda junto a Don
Miguel, se dignaron en expresar la voluntad del respetable.
Enunciando ella el
nombre de la obra y autor, y Don Miguel, designaría el número del grupo que el
respetable les había otorgado con la botonera del mando electrónico.
Por las pantallas se
reflejaron unos guarismos, y unas gráficas, que no decían absolutamente nada a
la gente en sus gradas que esperaba con interés, fueran designando a cada
representante con su nuevo equipo y Couches.
Simplemente indicaban
unos logaritmos y unos dígitos ordenados en porcentajes, los cuales serían
descifrados por las chuletas que le habían dispensado a Amanda, y al consultor,
procediendo a su lectura.
Un redoble de tambor
estruendoso, indicó a la guapa guía, el comienzo de la lectura de aquellas decisiones.
—Raúl Locastro Grañón,
autor del libreto, Mujer sin orillas, fue nombrado el primero por la elegantísima
Gatypum y a continuación su compañero dictó que su grupo sería el capitaneado
por Almudena Grandiosa.
Aplausos muy tímidos e
insulsos, se dejaron escuchar, sin que fueran prolongados, porque la locutora
siguió con el garbo de una mona amaestrada, leyendo aquel amplio protocolo, sin
dejar tiempo a nada más.
—Nando Algarbe
Molleja, autor del relato Pradera ondulada. Siguió como segundo nombrado de la
terna y mirando a Don Miguel, dio preámbulo para que este pronunciara el nombre
del conjunto al que tenía asignado. Anunciando sin más el grupo de —Camilo
Martin Celades.
La gente ya no
aplaudió, tan solo se escucharon murmuraciones y Amanda prosiguió leyendo y
nombrando al tercero en disputa.
—Micaela Martos
Robles, autora de la tesis, La noche desnuda.
A la que suscribió Don
Miguel al grupo de Gloria Fuertes del Pazo.
La multitud recordó la
historia de tanto crimen en las ciudades y a ella le otorgó un estruendoso
aplauso, que hizo espabilar a la señorita Amanda, que tras un par de frases sin
sentido vociferó con voz de degüello de un gallito tullido.
—Rosendo Bailén Grañón,
autor del cuento La miel soez y salada, y fue culminado con el destino por
parte del emérito al grupo del insigne de Arturo Pérez Rupérez.
Alboroto y señales de
aprobación venida desde el anfiteatro, daban la enhorabuena al designado.
Sin preámbulo alguno
siguieron las nombradías, del último de los exhibidos en pantalla, que recayó
en el nombre seguidamente pronunciado por Gatypum, con garraspera incluida.
—Lucía de Xinzo de
Lima, autora de Tu labio vertical, fue destinada de pleno derecho con Julia
Navarrete Yepes.
La designación al
completo estaba hecha, y cada uno de los aspirantes comenzaba a reunirse con
sus entrenadores.
Con ello y una vez
designados los nuevos candidatos, el regidor de la sala exigió un ensordecedor
aplauso, dando señales a la gente que se explayara de forma efusiva.
Cada instructor o guía,
se reunió con sus pupilos. En realidad, eran los consejeros de cada grupo. Los Couches,
que les había tocado en suerte, y tras un inicio frugal de bondades y agasajos
quedaron prestos para el comienzo de las cruzadas.
Los Couches encargaron
a cada uno de sus representados una historia. Con el fin de que cada prosista,
pudiera crear y entregar su trama y así pudiera competir en ese programa contra
el oponente que le tocara en suerte.
Encargo que cada uno
de ellos, escribiría como les viniera en gusto, y dado el caso de mejorarlo.
Modificar, repasar, y corregir con la ayuda de cada capitán de equipo serían
atendidos. Iniciando una visión de proceso, desde el estrado de la cadena y en
el plazo establecido.
continuará
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