No se puede
confiar en aquellos que nos dicen ser amigos y a la mínima <Te ponen a caer de un burro>. Mal va
estar en medio de dos fuegos. Entre dos ardores que se tienen celos, envidias y
malestares y que entre ellos pugnan por descollar por encima, incluso de la sencilla
razón.
Recordando aquella
canción de:
Willie Colón y Héctor
Lavoe.
Titulada, Quítate tú pa'
ponerme yo, quítate tú.
Se me ocurre decir ahora, — abría su alegato el artista
invitado —. Procurando no molestar, ni pretensión de ofender a nadie, que se
vea reflejado por la pura casualidad de los acontecimientos, que la vida es más
sencilla, gozando de un bienestar humilde.
Quedó mirando al público y sin atender ni escuchar los ruidos
grotescos del aforo siguió.
— El relato podría comenzar así, en modo llano — y prosiguió con
su alocución sin más demora.
— El personaje principal cuando nota que se ha pasado en su condición
y costumbre y observa que falta a la realidad, corrige su aptitud. — y continuó
alerta a las manifestaciones que pudieran darse. Usando el lenguaje fuera de
norma. Se arrepiente, pero a veces no hay vuelta atrás.
— Lo mejor que puede hacer es poner distancia y olvidar. Dejar
que el tiempo lo cure y esperar a que llegue la calma y la comprensión a base
de usar el entendimiento.
Dicen las leyes de la física—matizó seguro y muy ágil—: <Polos
iguales se repelen y los diferentes se atraen>
Dulce; la protagonista de la obra, se vio humillada por sus
amigos que esperaban la ocasión en que estuviera ausente para criticarla y
denostarla.
Sabiendo ella que ocurría ese hecho, por tal que uno de los promotores
de las ofensas, hacía el papel de <Judas> y traía y llevaba las
noticias, agregando insultos y miserias de su cosecha.
Harta de tanta escoria, compuso esta oda y la lanzó al mar,
para que la recogieran los vientos y las olas—y sin más la recitó desde la tribuna
de la existencia.
Que peligro tiene Dulce
cuando te soba la
espalda
y con su falsa
desgracia
te acaramela la
falda.
Así con ello seduce
te torea y te introduce
con invenciones
infaustas
para prender fuego,
escalda
a todos los que
perturben.
Con un sabor
agridulce.
Amenazan con
marcharse
del tono que los
acoge
y lo afirman
convencidos
sabiendo que no lo
harán.
Creyéndose
bendecidos
que nos brindan el
maná
y sin ellos no
funciona.
Igual se acaba la
sal,
nos quedamos tan
desnudos
que no tendremos ni
pan.
Deben cumplir y
fugarse
y dar paso a otros
venidos
que a su modo
cumplirán
sin esfuerzos ni
sudores.
Encima conseguirán
y sin tanto
discutir
arreglarán lo
pendiente.
Procurando no
quemarse
ni espectáculos
asir.
Que no queremos
romances,
ni milagros
resistir.
Si mientes por
hacer daño
infringes todo
principio.
Criticando al que
no está
O al que no ríe contigo.
Puedo apostar que
lo haces
conmigo y con los
demás.
Ya luego me contarán
Ese insulto
propelido
agregando mucho
más.
Así también te
traicionan
creyendo que ponen
paz.
Si escuchas al que nos
vende
que miente más que
su par
te equivocas muy de
pleno
dando credibilidad.
Cuidado que todo
sale
descubriendo irrealidad.
Está de moda el
grosero
el liante con radar
el que se cree muy
decente
visionario del
altar.
Cuidado con quien
se acerca
No le brindes
voluntad
Me llegaron los
rumores
y procedían de ti.
Creía fueras más
lista,
presintiendo tus
ardores
de valiente y no
fingir.
Siempre dudé de tu
pista
de tu esencia con sudores.
Por eso siempre
advertí
que con tu gracia de
artista
me ponías a parir
sabiendo que estás
provista
del veneno, que es
mentir.
Autor: Emilio Moreno
mayo 2024.
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