Luna; sales
cada noche
vestida de
blonda y seda,
y visitas
mi vereda
intimando
en nuestro porche.
Imagina mi reproche.
Bajo el
soportal, me enreda
por la
alegría que hospeda,
al desnudar
mi derroche.
Excusa
pusiste al broche,
cuando
tu cielo empareda
y en
vez de calma desveda,
furibunda
y sin reproche.
Los
dos queremos el troche
que
nos permita y preceda.
El
ansia de amor conceda
disfrutando
de ese moche.
Permite
que desabroche
tu
blusa sin que te agreda.
Consiente
bruna, que ceda
disfrutando
ese descorche.
Mi
luna no viene en coche,
sin sosiego,
me encarcela,
y
entre mis pechos se queda.
Tibia,
hasta la tala y tronche.
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