jueves, 30 de noviembre de 2023

Al despertar

 












Que te cuentas preguntó,
en pretensión miserable,
mi futuro al desvelar,
aquel día memorable.
Por supuesto sugirió,
en forma, muy apreciable,
dispuesto a participar
de aquel instante notable.
.
.
Recién había abierto los ojos,
y sin más, mi mente trasladó
con premura y duda accidental,
a responder sin más, a la voz.
Manifestando poco entender,
por la inesperada situación.
Siendo mi despertar el causante,
de la concluyente confesión.
.
.
Ahora que puedo pensar
con más calma y más cautela.
Jamás podre adivinar
estando en mis entretelas,
quien me pudo preguntar
sin haber puesto mis velas.
Que me podía contar
de repente y sin más treguas.
.
.
Había soñado tan despierto
en la noche anterior al misterio,
Rindiéndome en tu piel histérico.
Existí en tus brazos, ¡Dulce! ¡Incierto!
Gozando tu aroma quimérico
mientras adulaste mi desierto,
que mora en mi reverso y acierto.
Clamando por derroches que vierto.
.
.
Sin dudar y sin temor
pudiendo optar en opción,
con preferencia escoger
y quedar sin completar,
de tus caricias beber.
Aquel perfume de mar
entre tu piel emerger,
para jamás avivar.
.
.
No pretendo dar que hablar
ni tampoco presumir,
solo procuro mostrar
que tener felicidad,
es cosa de rebuscar
y olvidar la falsedad.
Ponernos a disfrutar
por pura necesidad.
.
.
En conclusión, he notado
que ser sencillo, no es malo,
tampoco me siento atado,
y con eso yo me igualo.
Porque te quiero no engaño,
aunque parezca asustado,
con impresiones me igualo;
de ahí; no esté postergado.



0 comentarios:

Publicar un comentario