Quién sabe si volveré,
a sentarme en el Casino
las vacaciones se fueron
y lo demás no adivino.
Quién sabe si tornaré,
a sentarme aquí contigo,
viendo la gente tranquila
sin apenas compromiso.
Quién sabe si advertiré,
a tener todo mi tino,
porque te sigo apostando
en todo mi desatino.
Quién sabe si apostaré
a derretirme en tu trino,
bajo los porches de piedra
Con mi vasito de vino
Quién sabe si aspiraré
al amor de tu molino,
que aparcamos hace tiempo
debajo de aquel empino.
Quién sabe, si soñaré
disfrutando clandestino,
de ese cuerpo tendencioso
que amamos y compartimos.
Quién sabe si acabaré
mi juventud ausentada,
sin prevenir mi destino
viéndola finiquitada.
nombrarte con todo atino,
y sepas que mis latidos
jamás serán confundidos.
Quién sabe si accederé
a vivir tiempo divino,
besándote en nuestro rio.
A vestir de azul marino
Quién sabe si volveré
y lo repito cansino.
un nuevo año tan duro,
a sentarme en el Casino.
Quién sabe si existiré
porque mis fuerzas se
agotan,
aunque parezca muy puro,
la nube se va y no flota.
Quién sabe si volveré
,
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