La confianza no se compra, ni vende.
Si puedes compartirla presérvala,
es un bien, tan preciado que acorrala,
y en profundidad, por la cual se aprende.
Cuando nos vituperan, nos sorprende,
ver fallar, la amistad del que no avala,
matando todo afecto con su bala.
Te preguntas frustrado que pretende.
Dichos; y mil refranes nos
advierten,
sobre el cuidado de exhibir apego.
Desahogándonos con quien nos divierten.
Después la realidad; sella con fuego,
y sus revelaciones les divierten,
al dejar dolor con desasosiego.
autor: Emilio Moreno
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