lunes, 26 de diciembre de 2022

Todos pretenden

 









En un mitin muy bien preparado,

concluyente, decisivo, dijo el concejal

y habló convincente Don Conrado.

….

Hace tiempo quería confesarme

y jamás, encontré el buen momento

que voy a aprovechar, sin más lamento

ya que sin dudar es; el no engañarme.

 

Dijo sobre la tribuna

bajo los focos de luz

que le imprimían carácter

y argumento nuevamente:

 

La no pausa; precisa del desarme.

El soplo de lo real, y el argumento,

mi certeza, que exijo, por tormento,

y siempre será así; sin desnudarme.

 

Sabéis que, si prometo, es alertarme.

Al llegar al poder, daré alimento,

y aquellos, que no llegan al segmento,

no se arrepentirán al apoyarme.

 

La gente no le aplaudía,

sus pasantes muy nerviosos

No sabían arengar

y se entonó con palabras

cuando sonaba el gran himno

 

Perogrullada fatua del boato,

Escándalo de hacer lo cruel, en balde,

y siempre falsear lo caro y barato.

Fingir con la verdad y que no respalde.

 

Fue penoso y a Conrado

se le ocurrió decir esto

que sonó como un aleluya

y mostró su desparpajo

 

¡Soy aparente, soy fresco, y jabato!

Daré la vida por mí y por ustedes

Tenéis que ayudar a cumplir mi sueño.

 

Quien podría creer, tal atropello,

cuando despertó en el Psiquiátrico

una mañana al claro de sus días.

 

 ¡Queriendo ser alcalde!

 

 

 

 

 


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