Transfiero.

 

 

 

No se lo digas a mi padre

Anunció, la moza primero.

Antes de iniciar mi desmadre,

quiero rociar todo el salero.

 

Ni mejorar ni que usted medre…

quiero, y así ¡Yo lo prefiero!

Siendo mi destino, el que arredre,

Asumiendo un gozar, sincero.

 

Frente a un espejo sin encuadre

comenzó el baile parrandero,

tango ensayado sin que cuadre,

al verter, vicio verdadero.

 

Mirada que, al reparar, pudre,

temblor voraz y pendenciero,

falda sudada, olor desnutre.

Pechos flotando al aire quiero.                    

 

Descalza trenzaba su hojaldre,

queriendo verter su velero.

Marcaba en sus curvas descuadre,

enriqueciendo al gallinero.

 

Sus labios brotaban de almendre,

por sus arqueas, su malquiero,

y en su piel el dulce melindre,

que emborrachaba al rociero. 

 

Reflector cárdeno baladre,

la descubrió, sin su braguero,

evitando que, su miedo ladre.

Cuando mostraba su hormiguero.

 

Linterna insolente taladre,

las acodas del cuerpo entero,

cual doncella criada por madre

No existe, en un mundo certero.

 

No lo comentes más compadre.

Siendo vulgar y vocinglero.

El redunde ya está, en su empiedre,

y para finalizar, lo transfiero