Siempre está a la altura de las circunstancias la Asociación Extremeña, y en este devenir nos tocó a dos Santboianos el poder acceder a ilusionar a la parroquia, que en según que ocasiones anda desvaída y buscando distracción, por esta pandemia que nos azota de verdad.
Nuestro amigo y pintor Armand Tarragó y el que suscribe este mensaje. Fuimos en esta ocasión los elegidos, para cubrir la fecha y arrimar nuestros esfuerzos. Armand con una monumental demostración de pinturas que ha sido una maravilla, el disfrutarlas, pausadamente y con agrado. Por mi parte volver a presentar mi cuarta novela, Testigo tácito de un antecesor criminal, a otros amigos, en otro lugar de la misma zona, en dia diferente, lo que hace que más personas puedan por tiempo y por ganas asistir a semejante acto.
Presentados por Francisco Vera, en la mesa dispuestos estábamos a mi izquierda, el periodista y difusor de tauromaquia, Don José María Alarcón, y a mi derecha Don Raimundo Omella, personaje subliminal de la novela, los que me arroparan en semejante ilusión. Publico asistente en buena medida, cubiertas las previsiones y cumpliendo las normas Covid-19 en la sala. Aunque siempre se encuentran a faltar aquellos que prometen estar físicamente y tan solo aparece su corazón, ya que por mil motivos les es imposible asistir. Por ellos también brindamos al finalizar el acto .
Dejo la primera hornada de fotos, más adelante colocaré las que aún no me han llegado.
0 comentarios:
Publicar un comentario