Que fácil
es decir lo que yo pienso,
Sin atender
por ser verdad sincera.
Cuando
la certidumbre, es tan molesta
pudiendo
herir al más creído y pintado.
Sin embargo,
a veces yo no lo aliento
con sosiego,
y me paso sin destreza
molestando
a los que aludidos callan
por antedichos
en tanta pereza.
Intereses
cobardes y sonoros,
mutismos,
que se esconden por sí mismos
ansiando
conducir, los miedos tontos
y no
ser, descubiertos en los modos.
Como
podría hacer y decir coplas
graciosas,
y alertar sin molestarles.
Pudiéramos
reírnos de las faltas
dejando,
ya de lado ese cinismo.
No queremos
dar cuenta, que se acaba,
que todo
final, es principio y nada
es perpetuo,
en nuestra corta existencia.
La
felicidad, aún no tiene precio.
Hoy es
jornada de todos los Santos,
y rumiando
lo que exponía antes,
queriendo
decir todo lo que pienso
sin cábala
ridícula, ni excesos.
Prefiero
proteger al remitente
y pueda,
presumir de corregido,
porque
es muy fácil ser impertinente,
habiendo
sido todos presumidos
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