miércoles, 17 de noviembre de 2021

Si te gusta el morbo, el sexo Léela: Testigo tácito de un antecesor criminal.

 



Esta novela, se puede desgranar como hilo de fusión y enganche al argumento en dos familias.

La del Floro, enturbiada por los actos de crueldad y la de los Comellas, agricultores reservados y timoratos, que no hablaban por no ofender.

El Floro, Pascual Andreu, fue un personaje real, lleno de matices y señales agrias, que ahora en este tiempo le hubieran diagnosticado una demencia por su crueldad y por su crimen, o quizás, con aquella fama los hubieran contratado en cualquier cadena de televisión, para desvelar todo el morbo que guardaba aquella historia tan nefasta como las que ahora se cuentan.

Aficionado a las carreras monte a través, tan solo por llamar la atención, bastante parecido a personas que también conocemos en la actualidad, tales que por resurgir son capaces de realizar cosas insospechadas, aunque después toquen el ridículo mas profundo. La incultura es muy atrevida.

Carrera monte adentro tan solo por ganar el pollo de premio que entonces se solía dar al ganador. Personaje con una trayectoria de su infancia, bastante deficiente, porque sus mayores no supieron descubrir la enfermedad que padecía.


Sus hermanos le temían y de hecho los padres, no podían dejarle solo con el menor, puesto que hubo indicios de crueldad. La que taparon, disimulando, como suele hacerse para engañar y disimular, ese problema que guardaban en casa, y que nadie debía saber. A pesar de todos los pros y contras, llegó a ser guarda espaldas del Marques de Lema. Político que visitaba la zona del bajo Teruel, Maestrazgo y Matarraña en las elecciones que presidió Maura.

Se casó con Saturnina y tuvieron cuatro hijos, de los cuales nada más les vivieron las hembras, Saturna y Paquita, de hecho, en el parto de Onofre, el último de los alumbramientos, se llevó la salud y la vida de su propia madre, que ni tan siquiera Ramona, la hechicera “la de casa trabuco”. La bruja del contorno pudo salvar, con sus pócimas y embelecos.

Al morir Saturnina, se dispara la agresividad de Pascual, iniciando una serie de delitos que entre otras le llevan al presidio, desde donde escapa, y casi toda su vida vive, escondido para no ser capturado. Se le atribuían como mínimo tres crímenes de los cuales alguno se escapa, porque pudieron llegar a ser alguno más.

Sonado fue el del maestro de la Cerollera, y del empleado del tendido del cable de telégrafos, como además el de Honorato el joven que se tuvo que tragar antes de morir las plumas de un gorrión. Como venganza por el sucedido años atrás.

Ya que Honorato, el ganador de aquella prueba silvestre, le dijo al vencer una de las carreras que participaba, al sanguinario Florit. <yo me comeré el gallo y tu te tragarás las plumas>

En la venta de la Ramona, coincidió con Alma, la que fue su amante, su compañera y su defensora a ultranza, curandera de heridas y madre de su hijo Sinesio.

Acabó pues como suelen acabar estos personajes. Lea usted la novela y disfrute.

La familia Maspiñá compuesta por los padres, agricultores tuvieron unas cuantas hijas, las que distribuían del modo que podían para poder comer, dedicadas a labores del campo pronto tuvieron que poner al frente de la muchachada a María la hermana mayor la que se encargaba de criar a los recién venidos, que por entonces parían un hijo cada temporada.

María emigró al Uruguay tras un disgusto y despechada del mozo que la poseía en el granero, después de haberla dejado en cinta, y muchas promesas. Sin embargo, no estaba en su destino. Se decidió al cabo, por la hija del tendero, y así aseguraba el plato.

Lucía, se unió a un buen muchacho y con el tiempo se casaron formando su hogar cerca de Valderrobres. Gervasia cuidó de sus padres hasta el final, yéndose al cabo, soltera a vivir a Morella. Encarna, no llegó a la pubertad, fue la que aprovechó mas el colegio, dada su debilidad y su poca salud.

Isabel se empleo en la casa del nuevo secretario del Ayuntamiento, de Monroyo, el que había comprado una finca ubicada entre Cretas y Valderrobres, denominada la del “” Mil hombres””, llegando a casarse con el capataz de la misma un joven muy trabajador. Tuvieron dos hijos Silvestre y Ramon, los cuales dejaron de verlos en la guerra, ya que estando en el colegio, se los llevaron repatriados para Rusia. El mismo sino tuvo su hermana Estrella, con su hija Anunciación, que la subieron a su vez al camión de los niños expatriados. A la que volvieron a encontrar al cabo de muchos años, ya hecha una mujer, adoptada por los Vander Elsen, radicados en Bélgica donde residen.

Dolores la madre de Enrique, aquella que aprendió a leer con un catón la que cuidaba del rebaño. La que sacaron de la montaña para servir en el Mas de Segarra, de Valderrobres, se casó con Francisco, y tuvieron hijos.

Su marido, un político pendenciero, guardabosques y gendarme fue fusilado muy joven, poco antes de la guerra por estar acusado de actos criminales.

Volviendo a contraer nupcias con Vicente, un ser bondadoso secretario de la colectividad, el que también fue perseguido y hostigado…

La novela se vende en el mercado literario, Abacus, Amazón, Librería Barbus de la Cooperativa, Isart en Sant Boi

Disfrutarla.






















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