La savia, no se escapa y, sorprende.
Quieres atarla y que nunca se frene.
Nada es perenne ni nos entretiene,
a veces ni se entiende. Se comprende
El talento no se hereda, por ende
No se trasfiere y nunca sobreviene,
forzar por destacar. Fatal resuene,
es de impostor, y a todos, nos ofende.
Menos lobos me dijo mi conciencia,
cuando compadecía a un vocinglero,
que pretendía ser, gran mensajero.
Personaje carente de coherencia,
rayando además su poca elocuencia,
al ser irreal, tribal y pendenciero
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