domingo, 5 de abril de 2020

Un domingo de Ramos, inaudito





Dia de la Palma















Hacia muchos años que un Domingo de Ramos, no lo pasaba en «Confinamiento», y si me lo hubiesen jurado en alguna ocasión, que iba a vivir una situación como la de ahora, creo con seguridad que lo hubiera dudado, pudiera ocurrir.
Recordando los anteriores festejos del Festejo de Ramos, me he regido durante todo el día, pensando en qué y como los pasé y, en compañía de quien, y en qué sitio o lugar viví en aquellas fechas.



Este domingo de Ramos, es raro,
por estar confinado por el rabo,
de ese virus, bacteria qué no acabo,
y mis sospechas que ya, no comparo.

Es un castigo y emisario caro,
es una especie de lombriz, y al cabo,
a poco, que despistas, entra el clavo,
y te deja el pulmón sin ese claro.

Asfixiante que te mata sin duelo,
ese que aflora, en día de la Palma.
Aunque sea en nefasto desconsuelo,

por resistir, en triste evento mi alma.
Viendo tullida mi fe, por el suelo.
Soportando al corona vil, con calma. 



A Dios, le pido, benevolencia a futuro y, nos pueda conceder
la dicha, aunque sea duro, en otro capítulo de un domingo de influjo.




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