lunes, 10 de febrero de 2020

Escapada al Álamo, menudo rumbón.







En estas ocasiones la jornada comienza muy de mañana, madrugando para llegar a tiempo al punto del autocar, dónde todos los participantes, se acomodan y preparan sus ganas de reír de comer y de disfrutar. 









Al cabo de la jornada, te das cuenta que el día ha sido genial que todo ha pasado en un abrir y cerrar de ojos y que ya estás de vuelta para tu casa, volviendo a tus dudas, retomando tus miedos, y dejando de nuevo amigos, vivencias, ilusiones y realidades, no sin pensar «Cuando volveremos a encontrarnos»







Salimos un poco más tarde de la hora prevista porque, ya sabemos que los humanos, somos “como somos” y a veces, nos dormimos en los laureles y en las sábanas, cuando menos oportuno es. 




Alguno de los que venían con nosotros, ha llegado con las legañas en los párpados, haciendo esperar y desesperar a los que cumplen con el horario y se ponen quince relojes para que le despierten con tiempo de llegar al punto de partida sin tener que correr.






Una vez recogido el personal, «carretera y manta» hacia Tarragona, hasta llegar al pueblo de Alcover, en el restaurante El Álamo, un prestigioso lugar que está en la carretera de Montblanc. Allí dejamos los «alaridos del estómago» inyectándole vía dental, un par de rebanadas de pan de payes con sendas lonchas de jamón que aplacaron todas las rarezas de los inoportunos «criticones del camino»




El autocar esperaba de nuevo para meternos en una carretera de esas que te ponen los pelos de punta por las curvas tan cerradas que atesoran, y que ayudan muy mucho a hacer la digestión sin lugar a dudas, para llegar a Prades, una villa chiquita y muy pintoresca del Baix Camp.





Una vez agotado el tiempo de visita, nos volvimos al autocar, y la vuelta fue más suave. Circulamos por carretera diferente y reaccionamos con alegría y conjeturas, llegamos otra vez al punto del Álamo, donde nos fueron colocando la comida sin más. Los amantes de los calçots, se dieron un tute, y los que no les apetecían una ensalada completa, abrió boca para las legumbres, chorizos, morcillas, butifarras y demás derivados de los embutidos regios.

Ya no pongo más letra, solo dejo las imágenes para aquellos que lo deeen puedan comprobar que lo que digo no es broma.











Buen provecho y hasta la 
próxima.


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