viernes, 22 de febrero de 2019

Dolor y escenas















El día después de tu despedida,
se troncó todo con dolor y pena
quedas vacío y, ya poco te suena.
La enjundia implora ausente, muy perdida.

Mi serenidad huye y está hendida
sufriendo en soledad, con mi condena,
preferible engañarte con la escena
y atiendo sin razón mi sacudida.

De donde salen mis fuerzas de ataque,
porque no hay duelo que se haga con luces
ahora ya nada es dulce; es un achaque.

Es un dolor tan fuerte y caes de bruces,
sobre la realidad de tu almanaque,
que te recuerda fijo y, lo deduces. 






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