Son
de otra pasta, falsos y con balas,
que
censuran conflictos de los tuyos,
criticándolos
siempre, sin ser suyos.
Pudiéndote
vejar con martingalas.
Proclamando
además conductas malas,
confundiendo
verdad con sus chanchullos,
desquiciando
mis formas con barullos,
para
abolir el crédito y mis alas.
Secreto
que les llega, gorda la hacen.
Disfrutan
con su mal, que es dar infarto.
Traen
y llevan noticias y complacen.
De
esa clase de chusma estoy muy harto,
simulan
comprensivos, se deshacen.
Criticando
a quien sea, que esté de parto.
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