Se
me nubla la vista al recordarte.
¿Éxito?,
tus engaños tus extremos,
mis
límites, tus miedos. Nos tememos
lo
peor ¡Lo sabíamos en parte!
Hiciste
del aplauso un estandarte,
un
exceso de pálpitos supremos,
un
viaje inmaculado y ¡Exclamamos!,
¡¿Somos
todos esclavos de esa parte?!
Su
clamor
se confunde con hechizo,
tu
embrujo
disfrazado de fracaso.
¿Confianza?
y además ¡Ruido plomizo!
Que
nubla tu visión cuando es escaso,
innecesario
aplauso y muy pajizo,
que
os quita el dulzor a cada paso.
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