lunes, 10 de abril de 2017

Asesinó a Segismundo



Una vez la madre descansaba en su cámara, acompañada por el resto de sus hijas Marina y Xon, Xarme se enfrentó con su padre, exigiéndole le explicara en primer lugar de donde venían aquellos cortes que llevaba en los antebrazos, heridas graves que sin duda las había recibido en alguna reyerta, con algún desaprensivo.
Esperando recibir por parte de Saturio amplias explicaciones de su proceder, ya que desde un tiempo a esta su hija, por falta clara de comunicación del boticario, en no cumplir, ni tan siquiera disimular aquello que debía estar preestablecido con la normalidad familiar, tenían detalle.
Notando a su vez el desfallecer del buen tono que habían disfrutado siempre, y de la ausencia y falta de responsabilidades en su proceder, del desencanto y flaqueza del erario familiar, por el tanto juego, mujeres y vino que necesitaba, un padre que hasta entonces lo disimulaba con creces.

__ Tendrás que aclarar esta actuación tuya, que ya es una norma indeseable que hemos de aguantarte, madre y nosotras

__ Hija ha sido un percance desgraciado. Ya me conoces y suelo dejarlo todo bien agarrado, para sobre todo la gente no chismorree

__ Sin embargo ya me contarás como te has hecho las heridas, tan profundas de los brazos, que da hasta miedo mirarlas, por lo feas y sangrientas que son.

__ Has de ayudarme, a disfrazar ciertas cosas que están en mi despacho del Casino, que no puedo solventar yo solo.

__ Antes de eso__ dijo Xarme exigiendo__, has de explicarme para que lo pueda entender, cómo es que te portas tan mal con madre y con nosotras tus hijas. Estás ocioso y sin recursos, no eres tú, algo te está ocurriendo que nos ocultas y así lo destruirás todo, lo perderemos sin darnos cuentas, las deudas nos embargaran y los acreedores nos dejaran en la calle. Dejarás de poder tirar hacia adelante y en poco tiempo, serás una piltrafa, un embaucador y un delincuente barrio bajero, que no podremos arreglarlo en forma alguna.
Sin contar ese enorme despilfarro que llevas, sin darte cuenta que en nuestras arcas ya no entra dinero y solo hacemos que pagar deudas de juego, de vicios y de vergüenzas, cuando hasta hace poco solían entrar los dineros a borbotones.
Entiendo que los clientes de la barbería y los pacientes del señor boticario, no sean gentes que estén sobradas de caudales pero, todos ellos son honrados vecinos y pacientes agradecidos que poco a poco sufragan sus deudas, con su aportación algunos ingresos teníamos y suficientes pagos en especias recibíamos, cuando te dedicabas y estabas al frente de la botica, de nuestra farmacia y de la peluquería.
Ahora he de suponer e imagino se lo llevan los mancebos que tienes contratados y flaco favor nos hacen, puesto que desde semanas no entran ni divisas, ni comestibles ni dinero con el que ir a la panadería y al mercado de abastos. Ahora llegará la hora de abonarles sus nóminas y de donde sacaremos el montante para pagarles. Sin remisión el rincón que tenemos en la Banca de Navarra, va disminuyendo de seguir así valdría la pena no continuar erosionando el capital y, cerrar todos los negocios. Mandarlo todo al cuerno, porque puedo imaginar que los impuestos, las facturas de las medicinas a los laboratorios y del herbolario, tendremos que seguirlas pagando nosotros. ¡De donde!

__ Todo cambiará hija__ dijo Saturio, a Xarme, que estaba desquiciada. __ He tenido unas manos de cartas muy malas hace un tiempo. Desde que enfermó tu madre, no sé que tengo qué, no doy una de derechas.
En el Casino tampoco van mis apuestas como antes, toda aquella luz que tenía, aquella suerte en el juego con la que gozaba, se ha esfumado y eso ha hecho debilitar mi persona.
__ ¡Estás enfermo padre!__ contestó agraviada Xarme__, tú no debieras jugar. Eres el director del Casino, nos arruinaremos contigo y luego llorarás o harás lo fácil te quitarás la vida, con una de esas pistolas que cuelgan de la pared del salón. Decir que has tenido mala suerte, cuando tú eras el primero que mantenías aquella máxima de: “ la fortuna “ es un estado de emoción y solo eso. La suerte no existe.
En realidad, es lo que nosotros hacemos por forzar las cosas y nos aparece cuando creemos estar acertados en que todo nos viene a pedir de boca__ siguió argumentando__ Tu el hombre justo y cabal, aquel licenciado que veía la brizna en el ojo al vicioso jugador, del ludópata empedernido, el enfermo en ciernes y clamabas al cielo con tus maldiciones y para curarle y aconsejarle, si era preciso le recetabas un montón de brebajes para sacarlos de la degeneración y que ellos ya curados por tus pócimas volvieran al redil.
Ahora eres tú; el primero en sumarte al grupo de los descarriados. No te da vergüenza lo que va diciendo el pueblo de ti.
Sois el hazme reír de la población, con el lío de faldas que lleváis la peluquera y tú.
Dolores, a la que te tiras en su propia casa, sin importarte que tus hijas tengan que soportarlo y su marido lleve unos cuernos de ciervo de monte, que ya se los afila el herrero de la plaza.
Sin escandalizarte sobre lo que vierten sobre esa familia y la nuestra, por vuestros escándalos.

Saturio, no estaba sereno y ya le era imposible continuar perdiendo el tiempo que le quedaba, para poder mitigar la barbaridad que había protagonizado, el acto de salvajismo que encarnó aquella misma madrugada y haciéndole un gesto a su hija para que le diese la palabra enunció.

__ He cometido muchos errores Xarme y espinosos, muy graves pero; como el que voy a contarte ahora mismo, ninguno.
Trataré de enmendarlo, tengo muchos contactos de amigos que creo solventaran el asunto sin que intervenga la gendarmería y de otros que no lo son tanto, que por el mero hecho de que me deben grandes cantidades de dinero y favores, provenientes del juego atenderán sin demasiadas preguntas.
Todos ellos me ayudaran sin remedio precisamente para disimular y esconder los detalles y los líos de sus queridas, esas señoras de la sociedad que llegan invitadas por ellos.
Esos políticos de Madrid, que para disfrutar de un adulterio a la carta, traen disimuladamente al Balneario y al Casino, desde la estación de Logroño, a todo confort, para gozar de los baños de las termas. Con su jolgorio incluido y todo en secreto por estar ellos debidamente instalados en el partido y ellas por ser dignas esposas de gentes muy notables, también me echaran una mano para que todo quede oculto y nadie pueda enterarse.

__ Por mi parte, no quiero saber demasiado de tus fechorías, lo único que quisiera es que no des la nota en este pueblo, que todo se critica y ya vamos apañados con lo que tenemos encima. ¡Llamaré al servicio que traiga vendas y alcohol amercrominado para curarte esos brazos de homicida

__ ¡Escúchame!, y deja tus retahílas para otro idiota.

¡Acabo de matar al marido de Dolores, al amigo Segismundo, el bocazas de Arnedillo y lo tengo oculto en el despacho del Casino, esperando poder deshacerme del cadáver.

__ ¡ Que dices por Dios! Acabas de matar al marido de Dolores Zurita y te quedas tan tranquilo, esperando que yo te resuelva el entuerto ¡Estás loco!




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