Me faltan cuarenta y uno
para llegar a los cien
es una cifra redonda
que no se si alcanzaré
Aún no me veo viejo,
ni roto ni desconchado
quizás no hagan falta tantos
para descubrir el llanto
Ese lloro que producen
los olvidos y quebrantos
la decadencia es oscura
y comporta desengaños
Se escaparon entre los dedos esos
para llegar a los cien
es una cifra redonda
que no se si alcanzaré
Aún no me veo viejo,
ni roto ni desconchado
quizás no hagan falta tantos
para descubrir el llanto
Ese lloro que producen
los olvidos y quebrantos
la decadencia es oscura
y comporta desengaños
Se escaparon entre los dedos esos
verdes años soñados lo mismo que ahora les pasa a esos bienaventurados
Que a veces les miro y reprocho
porque muestran desencanto y desprecian el día a día
con requiebros derrochando,
sin ver que se les caduca
el óleo entre las manos
Conforta el oír:
Que a veces les miro y reprocho
porque muestran desencanto y desprecian el día a día
con requiebros derrochando,
sin ver que se les caduca
el óleo entre las manos
Conforta el oír:
¡la edad no importa!
Cuando esa opción propone no tener más hipoteca
que tú propia decadencia
lo pasado que no vuelve y ...la que llegue que no sabes
Quizás no hagan falta tantos calendarios para disfrutar la vida
siempre que la hayas vivido con la mirada hacia arriba
dando lustre a los momentos y dicha a las compañías
que han cruzado contigo, calles, carreteras y campiña
Aún no me veo viejo, ni roto ni desconchado
pero a poco que te esperes me verás en ese retrato
y seguirán argumentado: ¡No envejeces, eres un mozo!
¡No pasan tus anuarios!
Aunque no sean sinceros …para no hacerte daño
me quedan cuarenta y uno para ser un centenario
si quieres saber mi edad aplica el abecedario
y si no quieres contar….
¡pregunta!… ¡pregunta ... Pero tú; estás en el contagio
0 comentarios:
Publicar un comentario