domingo, 30 de noviembre de 2014

Magazin de Radio



Hace unas jornadas fui invitado a participar en el programa radiofónico de la Gent Gran en Radio Sant Boi, con caráter semanal, llevando una de sus secciones dentro de lo que es el Magazin matinal, que conduce la directora del espacio Maria del Carmen Casanovas, cada lunes entre las 12 y las 13 horas.



Mi sensación al ofrecérmelo y recapacitar no fue otra, que sumar a mi esfuerzo una nueva faceta y otra posibilidad en llegar desde otro medio público, a comunicar a mis amigos del mundo entero, aquello que lleva mi bloguer desde hace ya, cinco años.



Por lo que tantas veces me he desvelado y he trabajado denodadamente y con tanto gusto. Sin pretender más que llevar ilusión a mis seguidores. Canciones, y literatura a todos aquellos que quieran escucharlo, leerlo, con la posibilidad de participación.

Siguiendo una tónica en mi devenir y transmitir desde el bloguer y en los diferentes actos presentados en la zona.


www.emiliomorenod.blogspot.com


Con sencillez, dinamizando actos de cultura, presentaciones de libros y poemas, manifestaciones de música, con nuevos valores y otros que ya son muy conocidos. Fortaleciendo los encuentros de la poesía y la narrativa. 
Subiendo a estas promesas en los escenarios de los teatros y de las Casas de Cultura de nuestra ciudad, gracias porqué, no decirlo al esfuerzo y patrocinio de nuestro Ayuntamiento, de las Asociaciones, que unas más que otras se brindan a trabajar en pro de aquellos, que comienzan y necesitan tanto del amparo de los que ya llevamos muchos años en estas lides.

Por todo ello, y por motivos evidentes que son de pura lógica; dije que ¡Sí! y desde entonces vengo colaborando con este grupo de estupendas personas. Radio Sant Boi en el programa ya mencionado de la Veu de la Gent Gran
 


Un espacio ameno porque se tocan diversidad de cuestiones que afectan a todos y en especial a los ya no tan jóvenes, aquellos que nos hemos de pensar las cosas dos veces para llevarlas a cabo. Siempre con alegría, con ilusión, sin tristezas y sin traer las penas también desde las ondas de Radio Sant Boi 89.4 de la Fm.



Un Magazin, que atesora en su acontecer, Recetas de Cocina, Consejos Médicos asesorados por la presencia de algún Doctor, temas fiscales con el concurso de profesionales financieros, y expertos en la materia, tertulianos que vienen a la radio a charlar de temas que nos preocupan, siendo prácticos en nuestros días. Se habla de libros, se recitan poemas, de costura para aquellas oyentes que aún cosen y zurcen los bajos de los pantalones a sus nietos. 


 
 El apartado de noticias locales. Variados temas que les invito desde aquí a que sintonocen la emisora y nos escuche. Además el programa es repetido en diferido a las 22 del mismo lunes y queda grabado en el Servidor para poder ser escuchado por las ondas desde la web de la radio.





http://es.pepper.fm/11023-radio-sant-boix-894.html



Es por ese motivo que hoy vamos a presentar la foto de  parte del equipo que hacemos el programa de Radio; La Veu de la Gent Gran. Capitaneados por Maria del Carmen Casanova. Espacio radiofónico que se emite los lunes de 12 a 13 horas y que se puede seguir desdela web.





http://www.santboi.cat/concurssms
 
 




 Seguiremos informando de cuanto suceda en el Programa y por supuesto, con sus iniciativas os haremos participar a todos aquellos que esten interesados en este "ajo"


http://www.emisora.org.es/boi/










       De izquierda a derecha: Emilio, Raimundo, Julia,_ sentada_ Carmen,Josep, Enriqueta, Rafa, Candelas y Teresa.







viernes, 28 de noviembre de 2014

El wáter cósmico_ Mujer apasionada_


Nuevo Episodio del relato:

Mujer Apasionada



_ Señor, aquí le presento a la dama. Doña Glenda… Ángel interrumpió al empleado con un gesto grosero y pasando de sus explicaciones se acercó a ella, dándole un par de besos y un abrazo.


Glenda le hizo un gesto elocuente a Meche, el que desapareció por el foro sin dejar huella.

Aquel hombre no tuvo bastante con aquellos dos besos inocentes, y  una vez se quedaron solos, uno frente al otro,  la besó en los labios con una riqueza exquisita, que a ella le supo a gloria, agazapándose a su cuerpo y haciéndole notar los promontorios de sus pechos y el suave toque de sus rodillas con las suyas. Abrazándole por la cintura de forma sensible, sin dejar que accidente fortuito interrumpiera el instante de placer que estaban percibiendo.

Glenda, no hizo nada para precipitar el final dándole motivo para que aquel éxtasis no concluyera y llegara a término en el espacio natural. Lo alargaron hasta que se quedaron sin aire en los pulmones y quedaron satisfechos de una andanada inesperada.


_ Empezamos bien coloradito_ dijo con gracia Glenda, mirándole con agrado y tocándole con sus dedos los labios de Ángel, tratando de quitar el carmín que se había impregnado en la comisura de su boca.  Volviendo a juntar su aliento para que volviera a ser besada por el caballero. El seductor usaba los labios, más que para besar, sin mediar palabra ni mueca, como si aquella acción tan agradable tuviera que prolongarse por espacio infinito, hasta que ella, para descansar y liberarse le preguntó sin  titubeos_ ¿Cómo fue con Rosalía? ¿Te agradó su compañía?

Él respondió enseguida, de forma que a la señora le encantó_.  No estamos aquí, para hablar sobre tu empelada, imagino que ella, te habrá explicado lo que le haya convenido, pero no me preguntes a mí. Como caballero, no te diré jamás, que fue lo que ocurrió.

_ Sabía me ibas a responder así. Aunque, también te digo. De haberlo hecho de otra forma, habría dudado de tu lealtad y me hubieses ofendido. El descubrir intimidades que no vienen a cuento. ¡Por cierto!, ¡No te incomodará que te llame coloradito! ¿Verdad?_ siguió Glenda, con la charla intentando cambiar de rumbo.

_ ¡No! Para nada, pero no sé a qué viene ese calificativo_ le conminó Ángel, pensando de donde había sacado ese llamamiento.

_ Verás_ dijo ella_, los chicos de aquí, son casi todos morenos, tirando a oscuros y verte a ti con esa piel tan clara, tan distinta, hace que incluso  a veces según te miro, te sonrojas y te pones del color del mango maduro, ¡coloradito!
Por ello creo que “coloradito” es el calificativo que te personifica _ Quedó sin palabras abriendo la boca y mostrando su dentadura amplia y blanca, esperando la reacción del vendedor. Este con una sonrisa y un pico en su hocico, cerró de forma inmediata, sus ganas de reír.

Se sentaron frente a frente, y Glenda solo tuvo que alzar la mano para que Meche, llegara como una bala, trayendo la carta, sin que hiciese falta, ya que ella había dispuesto el menú sin contar con la participación de Ángel.

_ Doña, he traído conmigo la carta por si hiciese falta_ dijo Meche, a lo que le respondió con dureza Glenda_ Cuantas veces he de decirte que sigas lo que indico y no quieras meter tus deseos en lo que no te incumbe.
Retira este refrigerio_ asentó con genio Glenda_ y tráenos el primer entrante, y el vino que te pedí. Verás cómo dejamos a gusto a mi querido amigo_. Finiquitó sus palabras, mirando a Ángel y despidiendo al empleado con cajas destempladas.


Ni una sola palabra argumentó el asistente, y se llevó el servicio del aperitivo, que ni siquiera había probado Ángel, quedándose a solas los dos,  mirándose a los ojos y contestándose mil preguntas.
El tablero de aquella mesa, sin el mínimo mantel, totalmente acristalado dejaba pasar todas las imágenes que se daban por debajo del cristal transparente, ayudada de los espejos laterales y  azulejos permitían observar cualquier dibujo de cintura para debajo de los dos comensales.


_ Con qué, vas a sorprenderme_ interrogó Ángel, dibujando una sonrisa amplia y llevando sus ojos al canalillo del pecho de la mujer, que notaba como estaba siendo devorada por aquellos faros pistacheros.


_ No puedo inflarte de alimentos cargantes_, comentó Glenda, dejándose caer sobre la silla y abriendo un tanto las piernas para dejar entrever al amigo sus muslos hasta la altura casi de las bragaduras_. Ni de bebidas espirituosas, si quiero que después en los negocios, tengas la mente plena, el deseo tenso y las prisas frías como un cirujano. ¿No lo crees?


_ Te entiendo Glenda, ¿entonces qué hacemos aquí?, los dos perdiendo el tiempo, ¡vamos a comenzar con los preliminares!_ riendo le contestó Ángel_. No perdamos tiempo, que dicen que es oro y para que comer si después lo hemos de perder todo en los esfuerzos. Pasemos directamente al amor y al capricho.


_ Deja que sea yo_, manifestó Glenda_, quien disponga de ti en este rato, que luego ya no sé cuándo podremos coincidir en otra transacción del tipo personal.

Permite que disfrute de mis ilusiones sin que tenga que penar. De momento he notado en mis labios que besas muy bien, que ya es algo. Sabes dar ese impulso de placer, que las mujeres buscamos en cada mimo, no lo haces pesado ni te quedas corto, usas bien la lengua y me place tu sabor_. Continuó haciendo uso de la palabra la señora sin cortarse_. Además no eres demasiado guapo, pero te encuentro atractivo, sensato, embustero y pasional. Elementos que dentro del cuerpo de un hombre ambicioso como te noto, hacen que sea siempre una aventura excitante y turbulenta_, hizo una pausa para mirarlo con descaro entre sus piernas, ayudada por la transparencia de aquella mesa cristalina y preguntar_, que me dices tú de todo esto que te acabo de contar_ siguió con la declaración sin titubeos y además_ insistió_, no lo pienses demasiado en dar la respuesta, si no quieres que pierda su validez.



_ Puedo decirte dos mil cosas_, arguyó Ángel, completamente excitado por lo que intuía y distinguía desde su silla, que no era más que la provocación de Glenda y siguió con el uso de la voz_. Comenzaré por abajo, me gustan tus zapatos, imagino que llevarlos deben darte una molestia muy pesada, y si los cargas para agradarme y ponerte un poco más a mi nivel. Te diré querida que no ha lugar, ya que por ti misma me sobrepasas en clase, en belleza y en sensualidad.
Tienes tanto morbo y me pones tanto que ya es un delirio el que me ata a ti. Luego sabrás, puesto que tú misma lo comprobarás y te quedarás convencida,  que si he accedido a venir a esta comida y lo que de ella se derive, no es el lucro de ningún negocio. Aunque aparentemente se hayan dicho barbaridades semejantes. Si estoy aquí; es simplemente porque me atraes como mujer y necesito seducirte y amarte aunque sea por unos momentos, pero sé de cierto, que me muero por hacerte mía.
¿He de seguir justificando?, o con esa pincelada tienes bastante _ finalizó la arenga aquel hombre que ya estaba fuera de sí, antes de comenzar a saborear aquella sopa de caracol, que yacía desde unos segundos en el carrito de servicio.

_ Creí que al comenzar por abajo, y cito literal tus palabras_ dijo Glenda_, ibas a destacar en esos fondos profundos y misteriosos tan sexis, algo distinto a los zapatos, y el dolor que me producen. Eso me da pie a pensar que eres un tipo relajado que comienzas las cosas bien y las acabas mejor. Por ello, me encantas de nuevo. Ya lo hiciste en el viaje desde España, donde en el avión no pudimos entablar conversaciones personales  a nuestro gusto, y declararnos ésta, nuestra intimidad, como lo hacemos ahora en el Mar Adentro.



Dejemos que Meche nos sirva y continuaremos nuestra aventura sin prisas y con esas ganas que demuestras nada pactadas.
Volvió a gesticular con su mano derecha y fue un relámpago el tener un exquisito plato con cuatro verduras y una sopa amarillenta de cangrejos y caracoles de mar.









miércoles, 26 de noviembre de 2014

Soñar no es fácil





A veces  cuesta soñar
es como si no pudiera,
solo queda suspirar,
aunque acaso no quisiera.

¿Por  qué, este cambio brutal?
Por más que pienso no entiendo,
sería tan singular,
gozar de sueños perfectos

De niño pude sentir
y disfrutar de los sueños,
mas bien, con ellos crecí,
me supuso poco empeño.

A medida que crecía
conseguí ensueños preciosos.
La juventud me los daba,
confiado y bondadoso.

Los sueños no iban de acuerdo
con las metas conseguidas.
Ilusiones  inconclusas,
de lo que siempre creía

No lo alcanzo a comprender,
¿Tan insensible me he vuelto?
De joven soñaba tanto,
ahora no hay más que verlo.





lunes, 24 de noviembre de 2014

Acoso en la sombra






Eres la sombra con quien comparto este instante,
y de pronto estoy  tan a solas, que muero.

Te hablo con señales que concibe mi silencio,
no hay respuesta, ni gestos, solo percibo un ruido denso.

Sigues siendo mi sombra, mi carga, mi alforja
con la que me bebí el pasado y beberé en adelante momentos.
Si no lo impide el infierno.

Eres el yo invisible que no veo,
eres el yo, que no toco y lo intento,
ese yo, que no disfraza el pecado aunque puedo,
que a veces desprecio,
y todavía quiero.

Reposas y libras como mi sombra que me pesa,
que sin enterarme, me sigues, me buscas, me aterras.

Ahora que estamos solos, dime de qué modo te empeñas,
en no criticarme, ni ofenderme y cejas. No amordaces tu lengua.

Siendo la muda perversa,
que escucha, lo ve todo y silencia.






sábado, 22 de noviembre de 2014

El wáter cósmico_ La desvengonzada



Viene de la narración por capítulos
El wáter cósmico  

Titulo de la entrega: La desvergonzada



Se despidieron hasta más ver, una vez había colgado el auricular Ángel de la Rosa, se puso a preparar en su interior como debería afrontar la comida y todo lo que produjera aquella situación tan novedosa para él.
Almorzar en un lugar desconocido con una desvergonzada y supuestamente pésima negociante, bastante mayor que él, le daba una especie de morbo que no se quería perder.

De todas la situaciones se saca algo de provecho _ pensaba él_ y con unos resultados que serían inciertos se enfrentaba de nuevo al adulterio. Todo por la causa de conseguir el éxito, la cumbre y los negocios. Además de conquistar a otra mujer, con sus gaterías y sus relamidos encantos.

Javier sabía de sobras que no se disponía a correr una aventura con Glenda solo por las ayudas. El vicio y el regocijo que sentía, con cada devaneo, cubría ese defecto que le llevaba sin percatarse a la cumbre de sus deficiencias.
Aquel hombre sabía que el resultado de su presentación dependía del éxito que tuviera con la doña. De lo que la pudiera divertir en la cama y del gusto que le proporcionara en el sexo. Se arriesgaba a perderlo todo, pero la decisión de llevarla a la cama a costa de lo que fuese, era más potente, que una venta más o menos. Pretendía satisfacerla con sus encantos y que quedara suave como una nube de primavera. Las derivaciones del encuentro, le aportaran por lo menos distracción sexual y aventura salvaje. Sin esos condicionantes no habría trato, sin la participación de ella, sin su ayuda y apoyo no había futuro a la vista, ni ventas rápidas y deslumbrantes, ya que realmente el que le tenía que abrir las puertas de los negocios en aquella ciudad, era Don Fulgencio Cánovas de Cangállate, su abnegado socio y amante esposo.

Salió de la suite 202, del Princess, preciosa y confortable habitación y bajó al hall del hotel, dejando instrucciones a los recepcionistas por si los señores Natalio, Jürgen, y Anguela reclamaran de su presencia, informando que se dirigía a resolver los preparativos de la demostración.
Entregando un sobre donde estaban contenidos, detalles y formulismos dirigidos a los responsables de la firma Schissen Lecker.

Tomó un taxi y sin más le indicó al conductor le llevara a la Avenida de Bolognesi, dirección donde se encuentra situado el restaurante Mar Adentro.
El tiempo era extraordinario y parecía estaba todo perfectamente delimitado y analizado, para poder cerrar aquel encuentro sin dificultades, dadas las confianzas que ya existían, entre Glenda y Ángel, incluidos los jugos carnales que de esos tratos llamados negocios, se esperaban.

No hizo el trayecto con demasiado retraso,  la circulación en la ciudad en aquellos momentos estaba normal y no había atisbos de dificultad en el tráfico. Por fin tomaron la avenida,  girando en el cruce con calle Gustavo Pinto, donde se detuvo el coche, dejando al pasajero frente al restaurante.

Ángel de la Rosa, accedió a las instalaciones de Mar Adentro, un refectorio típico para sacar el estómago de penas. Expertos en pescados de todo tipo, con una presencia espectacular y un colorido brillante. La mesa se había reservado días antes por Rosalía y solo tuvo que presentarse para que lo condujeran a un lugar donde podrían almorzar tranquilamente y charlar de todo lo que les viniera en gana.

_ Espero a una Dama_ indicó Ángel al metre.

_ Lo sé bien; señor, estoy informado por la señora Rosalía que hizo la reserva, y no se han de preocupar por ningún detalle. En todo momento estaremos pendientes de ustedes, para que se sientan cómodos.
Ángel, agradeció aquellas palabras con un gesto y se instaló en el reservado donde por una de las ventanas, entraba una claridad extraordinaria y un sol despampanante. Antes de tomar su sitio, contempló la decoración del perímetro y fisgoneó tras las mamparas del reservado, que clase de sonoridad había, cuantas mesas estaban dispuestas y que seguridad había en el lugar. Cámaras de control, ángulos muertos, micrófonos disimulados y detalles que quiso fisgonear como si no quisiera dejar huella de su paso por aquel lugar.
Había llegado pronto y Glenda no había aparecido todavía, por lo que Ángel, tomó asiento plácidamente y haciendo un gesto al camarero le dio las gracias y pidió un aperitivo para aguardar a la dama.

_ No se merecen señor las gracias, me conocen como Meche y cualquier cosa que se le ocurra puede solicitarlo que con mucho gusto le atiendo. Enseguida viene un vermut al estilo de Mar Adentro, que le va a encantar.
El barman dejó solo a Ángel y este aprovechó el intervalo para llamar a Demetria, desde su teléfono, quería saber cómo estaba su novia, y que impresiones le había comentado su padre, una vez llegó a Tacna, tras haber  quedado de acuerdo ambos, en una larga conversación sobre las dudas que en un principio tenía Natalio.

Ángel sabía que Natalio, padre de Demetria, no se chupaba los dedos y de tonto no tenía nada, pero al papá, cantarlas claras de momento no entraba en sus planes y prefería hacerse el bobo y dejar de intermediaria a su Demetria, que bien sabía a lo que se enfrentaba, uniéndose a un “listillo”, como es el vendedor de Zaragoza.

Al quinto tono de comunicación se descolgó el auricular en Zaragoza y una voz cálida y femenina respondía, sin saber ésta, a quien contestaba, por estar somnolienta aun, al estar recién levantada y en espera de tomar el desayuno.

_ ¡Sí, quien llama! _ dijo Demetria, sin suponer que era Ángel.

_ Hola princesa, como estás recién duchada y me imagino que aún desnuda, con olor a rosas. Sin vestirte, como tantas veces te he disfrutado ¿Verdad?_ No acabó la frase, cuando fue interrumpido por la novia.

_ ¡Qué tal, estás mi amor! Como te va por esas tierras lejanas, sin  mis cuidados ¿y mis besos? Cuéntame, desde el principio… ¡Oye! No te estarás fornicando a ninguna peruana guapa ¿Verdad?, que me han dicho en según qué sitios es muy fácil engatusarlas y llevarlas al catre.

_ Para nada Demetria, ¡sabes mi leona!, que eres tu sola la que me roba el sentido.
No sabes cómo te echo en falta, y lo que sueño contigo en llegar a estrecharte en mis brazos.
Como puedes pensar en esos engaños, propios de un principiante. Sabiendo que vamos a ser papás en nada de tiempo. ¿Por quién me tomas? _ Contestó Ángel con un sentido exquisito del convencimiento.

_ No te enfades ¡Tonto! Lo decía a ver si te pillaba en un momento sincero y que me contestabas, sin embargo no creas que estoy muy tranquila.
Dime, que puedes apuntar de esos negocios y sobre todo cuando tienes previsto volver a casa.

_ Hago la presentación en nada, todo está casi dispuesto para que se lleve a cabo y precisamente ahora, que es ya medio día, tengo una entrevista con una persona que es la que me dará el pase para poder además de presentar el Schissen Lecker, entrevistarme con la flor y nata de la ciudad de Tacna y presentarles el proyecto que te comenté.
El que nos ha de sacar de la normalidad, para poder disfrutar la vida como merecen dos personas adictas al lujo, los caprichos y a las fiestas.

_ Ángel, no seas tonto, yo y lo sabes muy bien, me conformo con que seamos una pareja normal, que vivamos de nuestro trabajo y podamos educar a los niños, como nuestros padres hicieron con nosotros, sin más misterio, sin más secreto. Baja un poco al suelo y piensa que si abarcas tanto, poco vas a poder contener_ sentenció Demetria, con preocupación.

_ Por cierto amor mío, que es lo que te ha contado tu padre, de la conversación que mantuvimos cuando llegó a Tacna_ dejó caer Ángel.

_ Pues nada en especial, creo que ha sido cariñoso contigo, por lo que me ha dicho, te ve trabajar concentrado en lo que persigues y no me lo ha referido directamente,  pero creo te ve capacitado para que lo consigas. Tanto;  la venta del famoso wáter “chorra”…ese, que vendéis, y el otro asunto, más tecnológicamente complicado.
Vuelvo a repetirte, no te ha criticado especialmente con nada, y eso es señal de que está conforme en lo que realizas. ¿Por qué me lo preguntas?, es que ves algo ¿no conforme con mi padre?_. Finalizó la larga explicación Demetria, con mucho sosiego.

_ ¡No; en absoluto!_ aclaró Ángel_, por nada. Es lo que quería referirte. Le veo muy amable y comprensivo, cosa que en España, no había disfrutado de él en esa actitud y podía imaginar que la causante del cambio, en mi suegro para conmigo, ha sido su hija, la que lo ha conquistado_ ¡perdona un segundo!_ la hizo esperar un instante cuando el camarero llegaba con el refrigerio, depositándolo sobre la mesilla de cristal del restaurante_. Señor, que lo disfrute con gusto_ refirió Meche, retirándose de la zona, sin haber escuchado ni una sola palabra de la conversación, ni con que persona hablaba.

Perdona cariño;  estoy en el restaurante esperando a la comitiva de comensales_ le dijo obviando la verdad_  y entretanto, han servido un refresco, por ello el alto en los comentarios. No puedo fiarme de nadie y menos de la servidumbre, por eso el paro en nuestra charla_ continuó hablando desde el punto donde quedaron_ te decía,  en referencia a Natalio, que le veo muy amable y relajado y eso me alegra mucho.
Por los espejos cenitales, que estaban colocados en los techos de los pasillos del sinuoso restaurante, vio que se encaminaba con paso firme hacia el reservado, la mujer que estaba esperando,  Glenda, vestida con una minifalda provocativa y con una blusa tan abierta como las dársenas del canal de Beziers.

Mostrando desde la lejanía unos pechos no demasiado grandes pero si, bien colocados, que saltaban descosidos al no estar sujetos. A medida que la señora paseaba, contorneaba su cintura marcando tipo y dejando un suave deseo a su paso.


Guapa y atrayente, a pesar de su madurez, sabía marchar sobre aquellos zapatos de tacón de aguja que la hacían parecer  tres cuartas más alta de lo que realmente era. Se detuvo antes de llegar al reservado, para charlar con Meche, de forma muy amigable como si se conociesen de tiempo, por los gestos y las confianzas exhibidas. Turno que aprovechó Ángel para despedirse con tiempo de su novia, que ya agradecida por la llamada, quedaba conforme y divertida.

_ Demetria ¡Vida! Ahora he de dejarte, que llegan los comensales. Te quiero, no lo dudes y cuida a ese mocito que llevas contigo, en cuanto pueda vuelvo a llamarte y te cuento, todo lo que ocurra en la comida y en la sobremesa._ Apresurado, decía sus últimas palabras, con un colorido perfecto y un extremado cariño a la mujer que le esperaba en el otro lado del mundo.

_ Adiós mi amor_ dijo Demetria, emocionada y agradecida_ ¡Cuídate!, de los peligros que llevan faldas y piernas esbeltas y se pintan los ojos, que son los más peligrosos y los que rompen tantas vidas_ apuntaba, sin imaginar lo que de verdad, estaba por llegar.

Ángel, guardó su teléfono Smartphone en su bolsillo, haciéndose el deslumbrado y con el rabillo del ojo izquierdo, veía como Glenda, charlaba con el camarero, que le informaba de todo cuanto ella necesitaba. A la vez que comenzaron juntos el recorrido por el pasillo, hasta que llegaron a la altura de la mesa. La séptima mesa del comedor.
La más discreta y mejor iluminada,  por un ventanal de cristales mateados en color rosa pálido, que difuminaba la acrimonia de los rostros y que invitaba al placer de la comida y la conversación.
Al llegar a la altura del caballero, Glenda se quedó un paso rezagada y Meche, fue el que intentó hacer las presentaciones.