lunes, 25 de marzo de 2024

TINTA EN LAS VENAS. Novela presentación.

 


 

 


TINTA EN LAS VENAS.

Presentación el sábado día 23 de marzo de 2024

Lugar LA EXTREMEÑA, autor José M.ª Alarcón.

Ponente de la exposición y presentación: Emilio Moreno

 

Frases de la novela de Alarcón

 

·       Cuando tienes entre las manos una obra, vives todo el día con los personajes y llegas a verlos.

·       Si conseguimos que quien empiece a leer nuestra obra nos siga hasta el final y al cerrar el libro no se arrepienta de haberlo abierto, habremos logrado nuestro objetivo.

·       Nunca pida perdón a un escritor por explicarle una historia.

·       Recuerde que el secreto está en no levantarse de la silla sin haber escrito algo.

·       Errar es de humano y perdonar es divino, así que el perdón se lo dejo a Dios.

 

Todo comienza en la mesa cinco de una cafetería regentada por Terete y su socia Inés, donde un tipo llamado Santi, solía visitar cada mañana para desayunar. Que confunde a una de las dueñas de la cafetería por uno de sus personajes de novela, entablando cierta relación de inicio para que se sumen todos los factores de atracción, de sensualidad y de pasión en las venas que cubiertas de tinta nos presenta el amigo José María Alarcón.

El desarrollo del relato está muy bien montado y refleja las vicisitudes de una mujer y de un hombre, padres de sus hijos que pasan por incertidumbres cotidianas y sigue explicando así:

La actriz y bailarina galesa Gladys a la que conoció en el Teatro de Viena, interpretando Orfeo en los Infiernos fue su musa hasta que se deshizo su relación como los azucarillos en el café.

De la que se enamoró en un gesto excitante, con la que acabó viviendo con ella en Londres. Hasta que les cayó el telón de las relaciones, del hastío o del cansancio y ella se marchó para no regresar jamás.

 

Tardó un año en tener noticias suyas y saber que el propio Santiago era padre de Evan.

Una mañana a Santi le sobresaltaron desde su cama con una noticia al teléfono. Donde se enteró que Gladys se había suicidado. Los motivos los describe perfectamente el autor, por lo cual aquí me quedo con este raspante párrafo, que se desvela en la lectura de la fábula.

 

Evan el hijo de Santiago y de Gladys en el funeral seguía manteniendo el tipo con sus ojos secos, pese al descenso a los infiernos. No fue capaz de derramar una sola lágrima.

Después la obra se va nutriendo de detalles de actos y de sensaciones muy anejas a la vida de cualquiera de nosotros, contando las peripecias de Inés que se cree enamorada del escritor y al cabo comprende que no es así.

Los consejos de la protectora de su madre conducían en sentido opuesto a los deseos de la hija que besaba por donde pisaba el amigo Santiago. Recordándole lo que le venía repitiendo desde que era una joven.

No te fíes de ninguno que todos buscan lo mismo. Repetía Inma la madre de Inés que odiaba a los hombres desde que tuvo una decepción con el padre de su hija.

Tras pasar por momentos severos Inés, desesperada, por un confín de dificultades y de bochorno, al complicarla con unos actos ocurridos en la juventud de la mujer, a la que filman desnuda y en aptitudes pornográficas rodeada de las compañías que tenía en la pubertad, se aterroriza. Y ella en pro de ocultárselo a su hijo, y evitar el escándalo fenomenal que destapa, escapa con su niño viviendo con unos HIPPIS en una población alejada del mundanal estruendo. Comprendiendo que por ese camino no resuelve nada en absoluto y al poco vuelve donde su vida sigue.

 Un día Santiago se aseaba cuando recibió otra mala noticia. Su hijo afectado por un virus en Londres, pasaba por malos momentos. Ya que cortaron las vías de entrada y salida de GRAN BRETAÑA, por miedo al contagio. De forma paralela el director de OMS, explicaba desde Ginebra que de no frenarse el virus podría provocar una pandemia mundial.

 

Una vez repuesto Evan y de vuelta en avión desde Liverpool de una recuperación eterna apareció saludable. El padre y toda la familia le esperaba para recibirlo. Ya en la antesala del aeropuerto, pasando el joven saludando por todos los brazos que le comprimían. Esperaba a prudente distancia una mujer morena de mirada inexpresiva muy serena. En aquel instante aquella aparición hubiera sido momento de satisfacción, pero en este caso empañaba una sombra muy preocupante. Cuando acabaron las presentaciones Evan, se dirigió a ella y la presentó a sus familiares.

Como su ángel.

Magdalena la enfermera que me ha estado cuidando estos meses. ¡Mi ÁNGEL!

El padre fue el último en saludar mientras la miraba fijamente a los ojos, que su recuerdo debatía entre la incredulidad y la certeza.

Hasta que le vio una cicatriz en su muñeca izquierda que recordaba perfectamente la rasgadura y el cuerpo de alguien que entonces no practicaba la enfermería.

 





 

Autor del mensaje: Emilio Moreno

Discurso hablado en la sala de la

Extremeña el sábado 23 de marzo a

Partir de las 19 horas.

En la mesa de ponentes:

Angela Presidenta de la Extremeña

José María Alarcón

Emilio Moreno

 

 


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