Parece que no han de llegar las fiestas
se hacen mucho esperar, y se comparan
con festejos pasados que disparan
ilusiones proscritas con sus crestas.
En mi mente te llevo, y no molestas,
recordando tus besos que me amparan,
que, con tu propio soplo, me besaran
olvidando promesas poco honestas.
El tiempo nuestro se pasa y te aprestas,
dispones y planeas y, se aclaran
las ilusiones que nos enfrentaran.
Sin cumplirse por la vejez que prestas.
Pueblo mío, con tus fiestas inhiestas,
mi río; el que aguas claras sustentaran.
Yerto tu pecho esbelto; deslizaran,
todas mis ilusiones por celestas.
Va de amores, de sueños y de apuestas,
Valderrobres, lugar dónde alojaran,
silentes todas tus flechas. Hincaran,
de nuevo en mis heridas. ¡Como éstas!
Después del remojón tras el Chupinazo.
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