jueves, 15 de junio de 2023

Se nubló el cielo.

 








Se nubla el cielo de muestro aposento

y sé que este diluvio, traerá pena.

El trueno en mi cabeza, así renueva,

con furioso capricho, que no siento.

 

Pervive la tormenta entre mi aliento,

que bulle, me destroza y me cercena.

Mi alma alocada, frágil ya no drena

por desencanto de un trato violento.

 

Te palpo sin tocarte, en puro invento

con traza de proyecto en cuarentena,

por la fuga de tu piel, que envenena.

chispeando, como el rayo al mil por ciento.

 

Te ansío en mi borrasca muy sediento,

me engaño con astucias de alma llena,

respondo en pretensión, tenue y serena.

Queriendo convencer mi abatimiento.

 

Tras del chaparrón, arco azul ostento,

siendo leal; así nada me envenena.

Sabor sin más dulzor; lo ácido frena,

Engañando a la gloria. ¡No aparento!







0 comentarios:

Publicar un comentario