Aflojaron los sostenes.

 

 

No pienses que asumimos el sosiego,

hemos perdido el juicio en lo más básico.

Todos riñen. ¡Estoy en el Jurásico!

Nadie convence, y esto es casa Diego.

 

¡Así nos va! Si caigo me la pego,

y si no me tropiezo, no soy clásico.

¡No entiendo al mundo!, ya no es tan trifásico.

Lo que triunfa, es el mucho reniego.

 

Como no vuelva pronto la cordura,

perderemos el paso y moriremos

en el conato, de tanta tontura.

 

Sin poner el remedio ¡Lloraremos!,

cuando ya sea tarde, y sin factura.

Caerán lágrimas y lo admitiremos.